Entre guayaberas y grilla política, así transcurre la Convención Bancaria

ACAPULCO- Hay algo de danza ritual, con sus vestidos típicos regionales (la guayabera), protocolos y ceremonias sucesorias.

Las nuevas autoridades hacendarias llegaron a la 82 Convención Bancaria de Acapulco ante la tribu inquieta de los banqueros y establecieron su poder con advertencias más o menos directas (“hay que estar muy atentos a los índices de concentración”, dijo Adalberto Palma, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores); halagaron lo necesario por la sensibilidad mostrada (“Cómo les podemos ayudar”, dijo la Asociación de Bancos de México a Hacienda poco después de las elecciones, según recordó el subsecretario de Hacienda Arturo Herrera); tranquilizaron al tomar ante el gobernador del Banco de México la bandera de la autonomía de la autoridad monetaria; y se mostraron en sus diferencias en la habitual carencia de coordinación mínima de comunicación de este gobierno, ante la grilla que ellos mismos generan (el secretario Urzúa a)Llegó “retrasado” a la única reunión del año en que se sienta con todas las instituciones b)Nunca tuvo planeado llegar, c)Viaja en coche y no en avión para ahorrar d)Viaja en coche y no en avión por flexibilidad, etc, etc).

El sector quiere defender el trabajo realizado, y eso le corresponde a Marcos Martínez, presidente saliente de la Asociación. En conferencia de prensa, y ante su mesa directiva, recordó que el crédito creció 9,3% en el comparativo anual a enero, encabezado por los préstamos a empresas, y que el crecimiento de la banca en el territorio llega al 98% de la población y las mejoras en inclusión financiera sitúan a México a un lugar menos indigno en el comparativo internacional.

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¿Qué necesita la Cuarta Transformación del sector más neoliberal por naturaleza? Herrera fue preciso y agudo. Sabe de lo que habla y tiene el respeto de la audiencia, que no cesaba de lamentar la desautorización que recibió sobre el tema de la refinería y el regaño de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, ese personaje que nadie aquí entiende qué hace ahí. “¿Cómo le van a creer los mercados después de esto?”, escuché decir a varios banqueros desolados.
Herrera sabe ganarse al auditorio con datos claros y quiere que se den simultáneamente tres cosas: inclusión financiera (solo un 27% de los adultos tiene alguna cuenta), inversión y menos informalidad en el empleo. Está convencido de que pueden lograrse las tres porque están interconectadas.

La fórmula va a ser: regulación diferenciada, reduciendo los costos administrativos de atender a la población de menores recursos, y el uso de la tecnología. En esta Convención, por ejemplo, se presenta el CODI, esa tecnología de pagos que aspira a llegar a todas las familias y que depende del teléfono celular. Nadie puede explicarme por qué la basaron en teléfonos inteligentes, que tienen un precio mínimo de 1,000 pesos y están fuera del alcance de muchas familias. La tecnología utilizada en muchos países de América Latina fue WAP, el protocolo de los celulares de hace una década, y con ella se pagan los subsidios sociales en Colombia, se hacen transacciones en América Central y se bancarizaron amplias zonas de África. Veremos si funciona.

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La presentación del Gobernador del Banco de México se centró en la defensa de su autonomía y la celebración del control de la inflación. Fue muy tranquilizador que el tema de la autonomía fuera también defendido por los representantes del gobierno.

En los pasillos, cafés y reuniones, las preocupaciones son de tipo regulatorio, y se formulan en tono de grilla política. ¿Quién será el dueño de los datos biométricos de los usuarios de la banca? Banxico los quiere, pero no debería. ¿Cómo se regulará la competencia en un sector que surgió de nichos de negocio? Hay concentración en negocios determinados, pero es lo normal. O no. ¿Tiene o no sentido topar las comisiones? El crédito más caro es el que no se da. Pero es que hay créditos muy caros. ¿Los nuevos favoritos, Azteca y Banorte, lograrán modificar la regulación a su favor? Parece inevitable. ¿Pagará BBVA Bancomer, líder del sector, que su presidente anterior supuestamente se lanzara contra el “populismo” desde hace años? Esa fue la frase más susurrada. Como Expansión publicó, el hecho de que “Bancomer” se caiga de la marca del banco español se volverá un riesgo adicional por antinacionalista... ¿y fifí?.

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Hoy llega Andrés Manuel López Obrador, y hay pocas dudas sobre que será conciliador, habrá más aplausos que nunca en la historia al presidente (el aplausómetro tiene efectos políticos claros, como bien saben los habituales), tomará posesión Luis Niño de Rivera al frente de la Asociación de Bancos, procedente de Banco Azteca, y empezará la era de la 4T bancaria. La danza ritual terminará, ante un horizonte de guayaberas inmaculadas y algunas inquietudes persistentes.