Al economista y amante de la precisión y los datos, Arturo Herrera, le quitaron letras a su cargo al pasar de "sub" a secretario de Hacienda, aunque los retos que enfrenta desde el despacho principal de la dependencia del dinero son los mismos o hasta mayores que los que ya conocía y con los que se quedó tras la salida de su ahora exjefe, mentor y amigo Carlos Urzúa.
La suma de todos esos retos a resolver se resume en una sola acción: Dar certidumbre.
Todos los caminos llevan a dar certeza -a los inversionistas nacionales y extranjeros, a los empresarios y a los mexicanos que votaron por el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador- de que habrá condiciones para poner la confianza y el dinero en la economía mexicana, y que se cumplirá con la promesa de no endeudar al país y no gastar más de lo que ingresa. Certeza de la que será responsable Herrera con las finanzas públicas.