Los mercados estarán observando de cerca el martes para determinar la magnitud del impulso económico, agregó Cheung.
Los analistas dijeron que era demasiado pronto para decir cuán efectiva sería la revisión de la política monetaria, pero agregaron que el Banco Popular de China tenía buenas razones para no optar por recortar su tasa de interés de referencia. Ello no reduciría los costos de los préstamos de manera efectiva y podría avivar el miedo sobre la recesión.
“Las autoridades probablemente no quieran atraer demasiada atención, especialmente en un momento en que la desaceleración ya es peor de lo esperado”, dijo Vincent Chan, director gerente y director de estrategia de renta variable de China en Credit Suisse en Hong Kong.
En el clima político actual, Beijing sería particularmente cauteloso, agregó.
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“Esto se debe a que mantener la estabilidad es una tarea clave antes del 70 aniversario de la fundación de la República Popular de China el 1 de octubre”.
Los responsables de las políticas ya han respondido a la desaceleración económica con una serie de medidas este año. La última llegó el viernes, cuando el principal organismo de planificación económica de China anunció iniciativas para aumentar el gasto, incluido un aumento de los ingresos disponibles para las personas, la estabilización del empleo y la aceleración de las reformas en las zonas rurales.
El banco central chino también tiene un rico juego de herramientas de política para administrar el suministro de dinero. En los últimos años, por ejemplo, ha recortado la proporción de los requisitos de reserva, alentando a los bancos a prestar más.
El Banco Popular de China no ha dicho cuándo se eliminará finalmente la tasa de interés de referencia existente, pero reiteró el sábado que quiere fusionar su sistema de tasas fijas y flotantes.