La medida es un intento de detener el flujo de dinero fuera del país y apuntalar las reservas de divisas del país, que se están agotando rápidamente a medida que Argentina intenta apoyar el peso.
La moneda cayó más de 35% frente al dólar estadounidense en agosto. Los inversores entraron en pánico cuando el izquierdista Alberto Fernández venció a Macri en una votación primaria el 11 de agosto, lo que indica que podría ganar una elección nacional fijada para el 27 de octubre.
Las reservas de divisas de Argentina ahora se ubican en 58,000 millones de dólares, un 25% menos que el pico registrado en abril, de acuerdo con Capital Economics, una firma de investigación.
La crisis monetaria representa un gran riesgo para Argentina, que acordó aceptar un rescate de 57,000 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional el año pasado. Anteriormente incumplió el pago de sus deudas en 2001 y 2014.
Están creciendo los temores de que el país pueda caer en impago nuevamente, ya que Argentina tiene una “exposición significativa” a obligaciones denominadas en dólares, de acuerdo con Moody's, que rebajó la calificación de Argentina la semana pasada.