En 2019, primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se tipificaron como delitos el contrabando, la defraudación fiscal y la falsificación de facturas, y se impuso la prisión preventiva oficiosa para este tipo de casos.
En tanto, la digitalización de procesos ha ayudado a perfeccionar las estrategias del fisco para detectar discrepancias de los contribuyentes y ser más eficiente a la hora de cobrar impuestos.
Recaudación récord
La generación de recursos por instrumentar estas medidas ayudó a amortiguar las caídas por la baja producción y venta de la mezcla mexicana de petróleo, además de la menor actividad económica.
En mayo de 2021, luego del azote financiero y económico de 2020, la calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings ratificó el grado de inversión para la deuda soberana mexicana indicando que “los ingresos tributarios superaron las expectativas al aumentar en términos reales, en contraste con recesiones anteriores”, lo que contribuyó al gobierno a no incrementar la deuda pública.
El SAT, encabezado por Raquel Buenrostro, logró que en pleno año de la pandemia (2020) el pago de impuestos de ciudadanos y empresas haya representado el mayor porcentaje en la generación de ingresos públicos desde 2007, con 62.5%.
Pago de impuestos como porcentaje de los ingresos públicos totales. Primeros tres años de Felipe Calderon, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
“La pandemia trajo consigo una actividad económica casi nula. México sufrió los efectos de la crisis económica y financiera mundial. Se tuvo una caída importante en los precios del petróleo, sin embargo, y contrario a lo que se esperaba, la recaudación en México no experimentó una pérdida significativa por lo que no fue necesario la creación, ni el establecimiento de nuevos impuestos”, explicó Carlos Romero Aranda, procurador fiscal.
El funcionario agregó que si la recaudación hubiera reaccionado de la misma forma que en las crisis de 1995 y 2009 se habrían perdido por lo menos 370,000 mdp entre 2019 y 2020.
Cifras actualizadas de Hacienda refieren que en 1995 la recaudación de ingresos tributarios cayó 21.3% frente a 1994; en 2009 creció 7.9% real anual, y en 2020 frente a 2019, apenas creció 0.8% real anual.
Promesa
López Obrador prometió no aumentar los impuestos, al menos en la primera mitad de su periodo, y el no haberlos incrementado para 2022 se ve como algo positivo frente a la crisis económica que se vive alrededor del mundo, explicó Héctor Amaya, vicepresidente general del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
Los cambios en materia fiscal, sin necesidad de una gran reforma, se han sustentado en limitar las deducciones o gravando los ingresos de los contribuyentes ya cautivos, señaló por su parte Miguel Ángel Tavares Sánchez, integrante de la comisión técnica fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
Cobro a grandes empresas
El cobro de adeudos fiscales anteriores a grandes empresas, en los últimos dos años, ha sido una de las acciones bandera de esta administración. Walmart, BBVA México, Grupo Modelo, América Móvil, IBM, FEMSA y Grupo BAL han sido solo algunas de las empresas que han llegado a acuerdos con la autoridad para el pago de sus impuestos, sin necesidad de judicialización.
En 2019, el primer año de la actual administración, el promedio de la recaudación por cada acto de fiscalización a grandes contribuyentes, alcanzó el monto más alto del que se tiene registro: 355 millones de pesos (mdp) reales. En 2020 se registró el segundo más alto: 253 mdp.
El promedio en 2019 es 195% mayor que el promedio de 182 mdp en 2013; el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto.