El empleo en Estados Unidos aumentó mucho menos de lo esperado en noviembre, probablemente porque millones de desempleados se quedaron en casa pese a que las empresas elevaron los salarios, se acabaron las generosas ayudas por desempleo y las escuelas volvieron a abrir.
Crecimiento del empleo en EU no cumple con las expectativas en noviembre
Las nóminas no agrícolas aumentaron en 210,000 puestos el mes pasado, dijo el Departamento de Trabajo en su muy esperado informe sobre el empleo que se publicó el viernes.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que las nóminas incorporarían 550,000 puestos de trabajo, con estimaciones que oscilaban entre 306,000 y 800,000 empleos.
Noviembre fue el segundo mes completo tras la expiración de las prestaciones de desempleo financiadas por el Gobierno federal. Los datos de octubre se revisaron al alza para mostrar un aumento del empleo de 546,000 puestos de trabajo, en lugar de 531,000 comunicados.
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La tasa de desempleo bajó al 4.2%, la menor desde febrero de 2020, desde el 4.6% de octubre. Los salarios aumentaron aún más.
El informe se conoció unos días después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo a legisladores que el banco central estadounidense debería considerar acelerar la reducción de sus compras masivas de bonos en la reunión de política monetaria del 14 y 15 de diciembre.
Los modestos aumentos del empleo podrían atenuar las expectativas de que la economía crezca con más fuerza este trimestre, después de haber sufrido un bache en el tercer trimestre.
El gasto de los consumidores y la actividad manufacturera han sido fuertes. Sin embargo, la variante Ómicron del COVID-19 supone un riesgo para la mejora del panorama.
Si bien se sabe poco de ómicron, es probable que se produzca una ralentización de la contratación y la demanda de servicios, basándose en la experiencia de Delta, que fue responsable del ritmo de crecimiento económico más lento en más de un año el pasado trimestre.
A finales de septiembre había 10.4 millones de puestos de trabajo vacantes. Millones de estadounidenses que perdieron su empleo durante la recesión pandémica siguen fuera de la población activa.
Los economistas afirman que la fortaleza del mercado de valores y de los precios de la vivienda ha aumentado la riqueza de muchos estadounidenses, lo que ha fomentado la jubilación anticipada. Los hogares también han acumulado ahorros masivos y se ha producido un aumento del trabajo por cuenta propia.