Plan B
“Pensábamos hacer pavo, pero está muy caro: más de 200 pesos el kilo y en las meras fechas quién sabe cuánto suba. Así que vamos a hacer una taquiza u otro tipo de comida”, comentó a Expansión Blanca Estela Virgos Rocha, trabajadora y ama de casa de la Ciudad de México.
“El gasto no va a alcanzar ni para la cena de Navidad”, comentó por su parte Evelyn Gutiérrez Zamora, ama de casa y quien originalmente había pensado preparar para la cena una pierna de pavo, pero ahora cambiará a un pollo rostizado.
En noviembre, el índice de precios al consumidor se ubicó en 7.73%, la mayor alza en 20 años, mientras que el índice subyacente -que excluye los productos más volátiles- terminó 5.67%, y el no subyacente en 12.61% a tasa anual.
El aumento en la canasta básica provoca que a la gente “le alcance para comprar menos productos y servicios. Entonces, muchas de las necesidades que antes podías satisfacer, con este incremento de precios van a terminar quedando descubiertas”, dijo Alejandro Saldaña, economista en jefe de Banco Ve por Más (BX+).
“O compramos para comer o compramos medicamentos. Entonces, prefiero darle de comer a mis hijos y tengo que sacrificar ciertas cosas”, dijo Evelyn Gutiérrez, quien está en tratamiento contra el cáncer.
Una forma en la que la gente hace frente al encarecimiento de los artículos de la despensa es adecuando el gasto, dejando fuera lo más caro, por ejemplo, no se compra jitomate y se preparan alimentos que no lleven este producto, cuenta la señora Virgos Rocha,
El jitomate y el tomate llegaron a superar los 40 y 45 pesos por kilo, coincidieron las amas de casa entrevistadas.
Inflación en los negocios
El alza de precios no solo se siente en los hogares, los comercios también resienten el aumento, entre otros giros los de venta de alimentos preparados.
Giovanni Reyes Montenegro, vendedor de pescados y mariscos -crudos y preparados- en la capital del país, comentó a Expansión que el aguacate, el jitomate, el limón y el camarón son los productos que más se han encarecido.