El organismo internacional señala que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), aproximadamente el 42% de la población mexicana vivía en 2018 en situación de pobreza, con grandes diferencias entre estados.
Sin embargo, el 2019, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, introdujo “importantes cambios en los programas sociales (programas de asistencia social y de política activa del mercado laboral), centrados en la cobertura universal y las pensiones sociales (no contributivas), así como en la asistencia a la población indígena, las personas de edad avanzada y las personas con necesidades especiales”
Estos cambios resultaron en un incremento del gasto total en asistencia social, del 1,8% del PIB en 2018 al 2,1% del PIB en 2019.
“De acuerdo con Coneval, sin transferencias sociales, los indicadores de pobreza hubieran empeorado aún más, hasta el 45.9%. En otras palabras, las transferencias sociales evitaron que 2.5 millones de personas adicionales cayeran en situación de pobreza”, apuntó el FMI.
¿Cuáles son los programas sociales que amortiguaron los efectos de la pandemia?
El FMI señala concretamente dos programas:
- Las pensiones sociales del programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, las cuales aumentaron más del triple entre 2018 y 2020, debido a la prevalencia de la pobreza en la vejez y a la limitada cobertura de las pensiones.
- En educación, existen ahora tres programas de acuerdo con los distintos niveles educativos. Uno de ellos, Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, está dirigido a las familias que viven en situación de pobreza y tienen hijos menores de 15 años.