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El alcance efectivo de la artillería económica contra Rusia

Como consecuencia de que los gobiernos de Occidente impusieran sanciones comerciales y financieras, Rusia se encuentra en camino a una recesión económica.
jue 31 marzo 2022 05:00 AM

El alcance efectivo es la distancia máxima a la cual un arma puede disparar con suficiente precisión para causar daños o bajas. Frente a los ataques bélicos de Rusia contra Ucrania; Estados Unidos y sus aliados de Occidente han optado por utilizar sanciones que tengan un alcance efectivo sobre la economía rusa con tres objetivos: 1) aislar a Rusia del comercio internacional, 2) dejarlo fuera del sistema financiero y 3) generarle una recesión económica profunda.

El 24 de febrero, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que tomaría medidas significativas y sin precedentes para “imponer costos inmediatos e interrumpir y degradar la actividad futura; aislar a Rusia del comercio internacional y de las finanzas y degradar la capacidad futura del Kremlin para proyectar poder”.

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De acuerdo con los economistas C. Syropoulos y Y. Yotov, cerca de la mitad de las sanciones económicas impuestas en la historia han alcanzado parcialmente los objetivos establecidos y cerca del 35% lograron por completo sus metas. Nunca en la historia se habían aplicado sanciones equivalentes a una economía como la rusa, cuyo tamaño es tres veces el de Venezuela, siete veces el de Irán y 14 veces el de Cuba.

Sin embargo, para evaluar el alcance efectivo de estas medidas, resulta pertinente analizar su posible impacto tanto para Rusia como para el mundo.

Objetivo 1: Aislar a Rusia del comercio internacional

Rusia es la economía número 11 del mundo por volumen de su PIB, equivalente a 1.4 veces el tamaño de México.

Durante 2019, sus exportaciones alcanzaron un valor de 407,000 millones de dólares, equivalente al 20% de su PIB. México, siendo un país más pequeño, alcanzó un nivel de exportación 15% mayor que el de Rusia.

* Con datos de 'The Observatory of Economic Complexity'.

Adicionalmente, México tiene un mayor Índice de Complejidad Económica (ÍCE), el cual mide qué tan diversificada y compleja es la canasta de bienes exportados, determinado por los conocimientos y la especialización que requiere su producción. Mientras que el ÍCE para Rusia es de 0.58, para México es de 1.22 y para el G20, 0.98. La baja complejidad de Rusia se debe a su alta dependencia a los energéticos, que representan el 59% del total de sus exportaciones.

No obstante, es relevante identificar cuáles bienes son significativos para el mundo. Si se considera que los bienes sistémicos rusos son aquellos que tienen una presencia mayor al 5% en las exportaciones globales, destacan los siguientes: níquel y sus manufacturas; fertilizantes; combustibles y aceites minerales; cereales; madera y artículos de madera; hierro y acero y rieles.

¿Para quién es importante Rusia? Bielorrusia es el país que más depende de los bienes sistémicos rusos, pues del total de las importaciones que realiza sobre dichos bienes, el 66% son de origen ruso. Lo anterior justifica su actitud de aliado frente al conflicto con Ucrania.

Resulta relevante que, la gran mayoría de los países con alta dependencia de los productos rusos votaron en contra o se abstuvieron en la resolución de la Asamblea General de la ONU que deplora la invasión de Rusia a Ucrania. Los únicos países que, a pesar de mantener una elevada relación comercial con Rusia, mostraron ante la ONU una postura en contra de las acciones bélicas rusas fueron Estonia, Letonia, Finlandia y Georgia.

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Por otro lado, si Rusia solo conservara como socios comerciales a aquellos países que lo respaldaron en la Asamblea General de la ONU estaría dejando de ingresar 183,000 millones de dólares anuales, lo equivalente al 45% del total de sus exportaciones, considerando únicamente a los bienes sistémicos.

En contraste, los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que han apoyado a Ucrania, en algunos casos, son grandes importadores de los bienes sistémicos rusos. Destaca Letonia que de su importación total de dichos bienes, el 30% tiene origen ruso.

Si bien Italia y Alemania no están entre los países más dependientes de bienes sistémicos rusos, su dependencia a la importación de combustibles y aceites minerales de Rusia se encuentra alrededor del 20%.

Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, detrás de Estados Unidos y Arabia Saudita. Por lo tanto, al detenerse o reducirse su exportación de petróleo, disminuye su disponibilidad y su precio aumenta en el corto plazo, ocasionando aumentos en el precio de la gasolina y sus derivados, así como en los costos de transporte, lo cual ejerce mayores presiones inflacionarias a nivel mundial.

Sin embargo, los precios actuales hacen que la producción de petróleo comience a ser rentable para algunos países y yacimientos que actualmente enfrentan pérdidas y son considerados fuentes no convencionales de petróleo. Los candidatos más susceptibles de aprovechar esta oportunidad en Europa y América son Noruega, Estados Unidos, México, Venezuela y Brasil.

La llegada de nuevos entrantes o incrementos en la producción de los participantes que ya se encontraban en el mercado continuará contribuyendo a que el precio disminuya también durante 2023, para ese año, con base en las estimaciones de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), se espera que el precio del petróleo Brent sea de 89 dólares por barril, 15% menor al estimado para 2022.

La sustitución de las exportaciones de petróleo rusas por petróleo de distinto origen, la transición hacia actividades que no dependan de dicho combustible y la inversión hacia otro tipo de energías abonará a un ajuste en la demanda que ayudará a que disminuya el precio del petróleo.

Por otro lado, reemplazar la producción rusa de gas natural es más complejo, dado que su distribución depende de una infraestructura logística instalada de gasoductos. Para reducir esta brecha entre demanda y oferta, los países europeos necesitarían recurrir al uso de energía nuclear, renovable, hidroeléctrica y de carbón. A pesar de ello, la EIA estima que este año alcance los 4.10 dólares por millón de unidades térmicas británicas, 94% más que en 2020, pero solo 1% más que el observado en 2021.

En cuanto a las importaciones rusas, los artículos de los que más depende Rusia del exterior son la maquinaria y los electrodomésticos y la maquinaria eléctrica. En ese sentido, las sanciones más importantes están relacionadas con la transferencia de tecnología. En una entrevista con The New Yorker, Stephen Kotkin, académico de la historia rusa, expuso que “si Estados Unidos les niega software, equipos y productos fabricados en el país afecta a casi todas las tecnologías importantes del mundo, y tiene un objetivo y un mecanismo exigible para hacerlo, puede perjudicar este régimen y crear un desierto tecnológico”.

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Si bien el mundo percibirá importantes consecuencias de las sanciones hacia Rusia en el corto y mediano plazo, los países que cuentan con la capacidad suficiente para satisfacer las demandas globales, atraídos por los precios de oportunidad y el espacio para nuevos entrantes, podrán sustituir el papel de Rusia en los mercados y generarán estabilidad de precios y disponibilidad de los bienes.

A pesar de que las restricciones comerciales que ha enfrentado Rusia no han estado dirigidas directamente a los productos para uso médico y farmacéutico, los productores rusos de estas industrias tienen dificultades para financiar sus proyectos de desarrollo de vacunas, recibir transferencias internacionales por la compra de sus productos y complicaciones logísticas para transportarlos.

Para Rusia será difícil recuperar la dinámica económica que tenía sin involucrarse en el comercio internacional. El primer objetivo de sacar a Rusia del comercio internacional está siendo exitoso y Rusia va a extrañar al mundo más de lo que el mundo extrañará a Rusia.

Objetivo 2: Sacar a Rusia del sistema financiero global

Las medidas dirigidas al sistema financiero ruso anunciadas por Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de los aliados son capaces de desencadenar un caos financiero en Rusia.

Derivado de las sanciones implementadas, el rublo ha perdido más de una cuarta parte de su valor (lo equivalente a que el tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar estadounidense hubiera pasado de 20.9 a 26.4) y su capacidad de uso fuera de Rusia es baja. En consecuencia, el Banco Central más que duplicó la tasa de interés para atraer inversiones extranjeras y detener la caída del rublo, pasando de 9.50 a 20.00%, solo por debajo de Argentina (42.50%) y casi el doble que Brasil (10.75%).

Al comparar la política monetaria que ha ejercido Rusia en los últimos meses con distintos países emergentes, se observa cómo los países occidentales han sido exitosos en su estrategia de acorralar al Banco Central ruso al dejarle la tasa de interés como su única herramienta monetaria para enfrentar el caos.

A pesar de que el Banco de Rusia cuenta con alrededor de 630,000 millones de dólares en divisas y reservas de oro, lo cual, en teoría, sería más que suficiente para enfrentar cualquier sanción. Dos días después del ataque de Putin, el 26 de febrero, los gobiernos aliados de Occidente acordaron restringir el acceso de Rusia a sus reservas, y, posteriormente, el 11 de marzo, le denegaron el privilegio de préstamo en instituciones financieras multilaterales.

En junio de 2021, de acuerdo con el Banco de Rusia, alrededor del 65% de las divisas rusas se localizaban en países occidentales y en organismos internacionales. Suponiendo las mismas proporciones hoy en día, alrededor de 400,000 millones de las reservas de Rusia podrían estar sujetas a sanciones.

Si bien es una cantidad considerable y dificultará que el Banco respalde al rublo, ofrezca liquidez de divisas extranjeras a los bancos rusos y realice o reciba pagos en divisas extranjeras hacia empresas rusas, continúa siendo prioridad detener el acceso a los casi 300,000 millones de dólares que el gobierno ruso aún tiene a su alcance gracias al apoyo de China, que no se ha sumado a las sanciones.

* Nota: Las barras grises representan reservas no sujetas a sanciones, lo único que Rusia puede utilizar.
** Con datos del Banco de Rusia.

Aunado al complejo entorno monetario, se prohibió a las instituciones financieras rusas el acceso al sistema de mensajería global para las transacciones financieras (SWIFT, por sus siglas en inglés). La medida obstaculiza que Rusia cobre sus exportaciones de gas, petróleo, minerales y trigo, y pagar sus importaciones de otros bienes.

El pasado 2 de marzo, la Unión Europea anunció que prohibiría la participación de siete bancos rusos en la red como parte del paquete de sanciones, incluidos VTB, VEB y Otkritie. Eso dificultaría que Gazprombank, la herramienta bancaria de la empresa de gas Gazprom y el tercer prestamista más grande de Rusia reciban pagos. Si bien la medida no se generalizó para el resto de los bancos rusos, es una iniciativa decisiva. “El hecho de que lo estén haciendo, cuando dijeron explícitamente hace una semana que no lo iban a hacer, demuestra la seriedad de este esfuerzo”, dijo Daniel Glaser, ex subsecretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

En resumen, las medidas financieras impuestas a Rusia han generado que el rublo pierda su valor y no sea aceptado como método de pago fuera de Rusia; que el Banco Central incremente su tasa de interés debido a que sus reservas internacionales se encuentran congeladas y los principales bancos rusos sean incapaces de recibir y ejecutar pagos en el mercado internacional.

Objetivo 3: Generar una profunda recesión económica en Rusia

De acuerdo con múltiples analistas, como consecuencia de que los gobiernos de Occidente impusieran sanciones comerciales y financieras, Rusia se encuentra en camino a una recesión económica.

Previo al anuncio de la prohibición de importar petróleo ruso realizado por Estados Unidos y Reino Unido, los economistas de JP Morgan Chase & Co. estimaban una contracción del 7% en el PIB ruso este año, misma cifra que proyectaba Goldman Sachs Group Inc.

Por su parte, Bloomber Economics pronosticó una caída de alrededor del 9%; sin embargo, destacó que el bloqueo de las exportaciones de petróleo y gas significaría que la economía podría contraerse alrededor de un 14% este año y, de manera similar, Robin Brooks, economista jefe en el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), estimó que, tras el endurecimiento de las condiciones financieras, el PIB ruso caerá en 15% para 2022.

Ahora bien, de acuerdo con Brooks, el pronóstico del crecimiento promedio anual en 2022 de -15% para Rusia compara el nivel promedio del PIB en 2022 con el de 2021, por lo que la caída implícita del PIB sería más profunda, cercana a 30%. Lo anterior implicaría que el PIB de Rusia se remonte a un nivel similar al de 2005.

No siendo suficiente, las calificadoras Fitch y S&P rebajaron la calificación soberana de Rusia, diciendo que un incumplimiento es inminente, ya que las sanciones y las restricciones comerciales han socavado su voluntad de pagar la deuda.

El aumento adicional de las sanciones y las propuestas que podrían limitar el comercio de energía aumentan la probabilidad de una respuesta política de Rusia que incluya el impago selectivo de sus obligaciones de deuda soberana.

Si el PIB Ruso se contrae 30% en 2022, la proporción de la población rusa en pobreza (que vive con 5.5 o menos dólares al día) se duplicaría y regresaría a niveles de 2009. Es decir, se agregarían 4.4 millones de personas a la población en pobreza, lo equivalente a la población de Panamá.

* Nota: la estimación se realizó a través de una regresión logarítmica simple para encontrar la relación entre el crecimiento económico y la proporción de la población viviendo con 5.5 dólares al día (PPP).
Con datos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

En general, lo anterior confirma lo establecido en trabajos académicos como el de O’Discroll (2017): “La imposición de sanciones económicas desacelera el crecimiento y el desarrollo económico, amplía la brecha de pobreza, exacerba las desigualdades e incidir negativamente en otros factores como empeorar la calidad de vida e incrementar la represión gubernamental sobre la ciudadanía”.

Conclusiones

Las sanciones económicas impuestas por los países de Occidente han avanzado con éxito. Si bien Rusia no ha puesto un alto al ataque de Ucrania, su economía se contrae día tras día y, de continuar la severidad de las sanciones, será solo cuestión de tiempo para que Rusia pierda la capacidad para sustentar su guerra armada.

El objetivo de aislar a Rusia del comercio global no solo ha puesto en riesgo a sus más de 400,000 millones de dólares que exporta y a los bienes que compra del exterior, sino que ha influido en todo el mercado doméstico ruso. El incremento en los precios, la escasez de los productos y el cese de operaciones en el país por parte de múltiples empresas privadas impacta a toda la economía en su conjunto.

A lo anterior se suma un poder adquisitivo deteriorado, una moneda que ha perdido el reconocimiento del resto del mundo y una imposibilidad para ejecutar transacciones en el mercado internacional, ocasionada por las medidas que tienen como objetivo sacar a Rusia del sistema financiero global.

Las medidas impuestas a Rusia han generado una catástrofe, se estima que su economía se contraiga hasta 30% este año, alcanzando el objetivo de generar una profunda recesión en el país; sin embargo, la principal afectada será la población rusa. El éxodo de empresas se traduce en una pérdida de puestos de trabajo y en una disminución en la cantidad y variedad en los productos de consumo.

El recorte de los ingresos laborales para los nuevos desempleados, así como la devaluación del rublo y el incremento en la tasa de interés, impactará en su calidad de vida y en la vida de las personas que dependen de ese ingreso. Se estima que la recesión e­­conómica rusa conllevará que la proporción de la población que se encontraba en situación de pobreza se duplique, lo cual, en el corto, mediano y largo plazo, tendrá repercusiones severas para la economía en su conjunto.

Antes de la invasión de Ucrania, la aprobación de Putin era de 71%. No obstante, el creciente sentimiento de protesta y un mayor debilitamiento de los sentimientos de los rusos de que tienen voz en las decisiones que se toman en su país pueden conducir a una cascada de desaprobación.

El análisis se concentró en Rusia por su escala, pero podría realizarse un ejercicio similar para Ucrania, en donde también se están generando distorsiones en su participación en el comercio global, impactando directamente a ese país, a sus socios comerciales y a quienes dependen de bienes para los cuales Ucrania es sistémico.

De acuerdo con el FMI, la economía ucraniana podría contraerse en un 35% si la invasión de Rusia se convierte en un conflicto prolongado, por lo que el impacto económico que estaría teniendo la intervención armada en Ucrania sería similar al que está teniendo la artillería económica de Occidente contra Rusia. Otros países de Europa y del resto del mundo tendrán impactos directos e indirectos menores, para algunos incluso surgirán nuevas oportunidades.

Esta guerra se debe evaluar con métricas distintas a la métrica militar tradicional, ya que las sanciones están generando cambios en variables económicas como el tipo de cambio, el precio de los bienes, las condiciones financieras, la sustitución de insumos para producción, entre otras.

En este caso, podemos concluir que el alcance efectivo de la artillería económica utilizada contra Rusia está cumpliendo los tres objetivos planteados, generando pérdidas (especialmente para Rusia, donde son exponencialmente mayores), pero también oportunidades para reconfigurar la economía global y aprovechar de mejor manera las alianzas comerciales.

Notas del editor:
* José Antonio Meade ( @JoseAMeadeK ) es abogado y doctor en Economía. Fue Secretario de Estado en cinco ocasiones. Actualmente realiza actividades de consultoría y académicas.
* Emilio Fueyo ( @efueyo ) es economista y politólogo. Ha colaborado en dependencias federales como la SRE, SEDESOL y la SHCP. Actualmente es socio fundador de EMANT Consultores y se especializa en temas económicos, financieros y de política pública.
* Paulina Peralta ( @PaulinaPeralta_ ) es economista y ejerce como Asociada en EMANT Consultores, en donde atiende temas de análisis económico y de política pública.

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