Aunado al complejo entorno monetario, se prohibió a las instituciones financieras rusas el acceso al sistema de mensajería global para las transacciones financieras (SWIFT, por sus siglas en inglés). La medida obstaculiza que Rusia cobre sus exportaciones de gas, petróleo, minerales y trigo, y pagar sus importaciones de otros bienes.
El pasado 2 de marzo, la Unión Europea anunció que prohibiría la participación de siete bancos rusos en la red como parte del paquete de sanciones, incluidos VTB, VEB y Otkritie. Eso dificultaría que Gazprombank, la herramienta bancaria de la empresa de gas Gazprom y el tercer prestamista más grande de Rusia reciban pagos. Si bien la medida no se generalizó para el resto de los bancos rusos, es una iniciativa decisiva. “El hecho de que lo estén haciendo, cuando dijeron explícitamente hace una semana que no lo iban a hacer, demuestra la seriedad de este esfuerzo”, dijo Daniel Glaser, ex subsecretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
En resumen, las medidas financieras impuestas a Rusia han generado que el rublo pierda su valor y no sea aceptado como método de pago fuera de Rusia; que el Banco Central incremente su tasa de interés debido a que sus reservas internacionales se encuentran congeladas y los principales bancos rusos sean incapaces de recibir y ejecutar pagos en el mercado internacional.
Objetivo 3: Generar una profunda recesión económica en Rusia
De acuerdo con múltiples analistas, como consecuencia de que los gobiernos de Occidente impusieran sanciones comerciales y financieras, Rusia se encuentra en camino a una recesión económica.
Previo al anuncio de la prohibición de importar petróleo ruso realizado por Estados Unidos y Reino Unido, los economistas de JP Morgan Chase & Co. estimaban una contracción del 7% en el PIB ruso este año, misma cifra que proyectaba Goldman Sachs Group Inc.
Por su parte, Bloomber Economics pronosticó una caída de alrededor del 9%; sin embargo, destacó que el bloqueo de las exportaciones de petróleo y gas significaría que la economía podría contraerse alrededor de un 14% este año y, de manera similar, Robin Brooks, economista jefe en el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), estimó que, tras el endurecimiento de las condiciones financieras, el PIB ruso caerá en 15% para 2022.
Ahora bien, de acuerdo con Brooks, el pronóstico del crecimiento promedio anual en 2022 de -15% para Rusia compara el nivel promedio del PIB en 2022 con el de 2021, por lo que la caída implícita del PIB sería más profunda, cercana a 30%. Lo anterior implicaría que el PIB de Rusia se remonte a un nivel similar al de 2005.
No siendo suficiente, las calificadoras Fitch y S&P rebajaron la calificación soberana de Rusia, diciendo que un incumplimiento es inminente, ya que las sanciones y las restricciones comerciales han socavado su voluntad de pagar la deuda.
El aumento adicional de las sanciones y las propuestas que podrían limitar el comercio de energía aumentan la probabilidad de una respuesta política de Rusia que incluya el impago selectivo de sus obligaciones de deuda soberana.
Si el PIB Ruso se contrae 30% en 2022, la proporción de la población rusa en pobreza (que vive con 5.5 o menos dólares al día) se duplicaría y regresaría a niveles de 2009. Es decir, se agregarían 4.4 millones de personas a la población en pobreza, lo equivalente a la población de Panamá.
* Nota: la estimación se realizó a través de una regresión logarítmica simple para encontrar la relación entre el crecimiento económico y la proporción de la población viviendo con 5.5 dólares al día (PPP).
Con datos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En general, lo anterior confirma lo establecido en trabajos académicos como el de O’Discroll (2017): “La imposición de sanciones económicas desacelera el crecimiento y el desarrollo económico, amplía la brecha de pobreza, exacerba las desigualdades e incidir negativamente en otros factores como empeorar la calidad de vida e incrementar la represión gubernamental sobre la ciudadanía”.
Conclusiones
Las sanciones económicas impuestas por los países de Occidente han avanzado con éxito. Si bien Rusia no ha puesto un alto al ataque de Ucrania, su economía se contrae día tras día y, de continuar la severidad de las sanciones, será solo cuestión de tiempo para que Rusia pierda la capacidad para sustentar su guerra armada.
El objetivo de aislar a Rusia del comercio global no solo ha puesto en riesgo a sus más de 400,000 millones de dólares que exporta y a los bienes que compra del exterior, sino que ha influido en todo el mercado doméstico ruso. El incremento en los precios, la escasez de los productos y el cese de operaciones en el país por parte de múltiples empresas privadas impacta a toda la economía en su conjunto.
A lo anterior se suma un poder adquisitivo deteriorado, una moneda que ha perdido el reconocimiento del resto del mundo y una imposibilidad para ejecutar transacciones en el mercado internacional, ocasionada por las medidas que tienen como objetivo sacar a Rusia del sistema financiero global.
Las medidas impuestas a Rusia han generado una catástrofe, se estima que su economía se contraiga hasta 30% este año, alcanzando el objetivo de generar una profunda recesión en el país; sin embargo, la principal afectada será la población rusa. El éxodo de empresas se traduce en una pérdida de puestos de trabajo y en una disminución en la cantidad y variedad en los productos de consumo.