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Érase una vez… cuando la inflación en México fue de casi 180%

De 1980 a 1999 el país atravesó uno de los periodos de mayor volatilidad de precios que provocó estrés, pérdida del poder adquisitivo, cierre de negocios y endeudamientos. Aquí algunos testimonios.
sáb 27 agosto 2022 07:38 AM
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Entre 1980 y 1999, México registró una inflación promedio de 45.2%, pero el punto más álgido que se llegó a tocar fue en febrero de 1988, cuando alcanzó ¡179.7%! Fotoarte: Salvador Buendía / iStock

“Todo tiempo pasado fue mejor”, suelen decir los abuelos o nuestros padres con nostalgia. “Antes alcanzaba para más”. Quizá había menos contaminación o inseguridad, pero la vida sí era más cara.

La inflación, ese indicador que mide el aumento de precios y que provoca la pérdida del valor de dinero, se situó en 8.62% en la primera quincena de agosto de este año, la tasa más elevada desde 2000.

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Aunque las nuevas generaciones del país hoy empiezan a entender y a resentir los efectos nocivos de este fenómeno, no dimensionan lo que significó el problema en los años 80 y 90, cuando los bienes y servicios se encarecían, en cuestión de días, a doble y hasta triple dígito.

“Ay hijo, la inflación de 8.62% que me dices de hoy no es nada contra lo que llegamos a vivir en mis tiempos. Yo iba al mercado a hacer el mandado cada fin de semana y siempre regresaba con la bolsa más vacía. Tenía un marchante que me guardaba el jitomate flojo que era más barato y así rendía mejor mi dinero. Eso sí era vivir muy duro las crisis de México”, cuenta Amelia C de 72 años.

Entre 1980 y 1999, el país registró una variación de precios promedio de 45.2%, pero el punto más álgido que se llegó a tocar en ese periodo ocurrió en febrero de 1988, cuando alcanzó ¡179.7%!

Como el testimonio de Amelia, Expansión recogió experiencias de personas que vivieron la inflación de esos años en carne propia. Aquí te las compartimos.

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El drama de los precios

“Recuerdo muy bien cuando era niño, tenía unos 10 años, en 1985, que iba con mi mamá al supermercado. Antes no había códigos de barras y de un día para otro los encargados o el personal reetiquetaban los precios de los productos.

“Había ocasiones en que habíamos ido por despensa y si olvidábamos algo, regresábamos al día siguiente, y los productos que habíamos visto un día antes ¡ya tenían otros precios! Esto era muy frecuente”, explica Ricardo Esteban Sánchez de 47 años.

Hoy los datos del Inegi permiten ver el comportamiento atípico de los precios en aquellos días. Un ejemplo de los cambios bruscos que registraban los productos en ese tiempo es la tortilla, que se disparó 220% en septiembre de 1986 respecto a un año antes, para octubre lo hizo 231%, en noviembre, 254%, y para diciembre 317%. A esa velocidad y en esas proporciones se encarecía México.

“Para entender la gravedad de la situación nos tenemos que remontar al sexenio de López Portillo a finales de los 70 y principios de los 80, cuando se hereda una crisis severa con una inflación importante, que para los siguientes gobiernos se agravó y así hasta la década de los 90.

“El precio de las mercancías fue tan elevado que tuvieron que utilizarse los nuevos pesos, quitándole tres ceros y convirtiendo una moneda de 1,000 ahora en una de 1 peso. Pero lo peor de la inflación la recuerdo a finales de los 80 con Miguel de la Madrid y luego en los 90 con el Error de diciembre y el Fobaproa, herencias que dejó Salinas de Gortari”, recuerde Daniel Ramírez Gómez, de 62 años

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El dolor de cerrar el negocio

Los economistas dicen que la inflación es el impuesto de los pobres y tiene sentido, son los que más sufren la pérdida del valor adquisitivo de la moneda. Sin embargo, nadie está exento, como fue el caso de Roberto Vidal, que ahora, con 71 años, cuenta la dura experiencia de cerrar su negocio por este problema

“Desde 1972 hasta 1981 trabajé en la cervecería Modelo, era una muy buena empresa. Por muchos años fui chofer, aunque también ayudaba en almacenes y en patio. En 1981 salí de ahí, y como acababa de tener a mi tercer hijo, vendí una camioneta que tenía y me compré un camión para una ruta. Un compadre trabajaba en los permisos y me consiguió uno.

“Unos tres años después a mi esposa le empezó a ir también bien en una empresa de gas en la que trabajaba y pusimos una tienda en un local que rentábamos en la esquina de la casa donde vivíamos en Atizapán (Edomex). Comprábamos las cosas en mercados y a veces en la propia central (de abastos) para venderlas, era una tienda chiquita, pero no le iba mal.

“En 1986 la cerramos, de pronto todos los precios se fueron para el cielo, dejamos de comprar en los mercados y solo íbamos a surtirnos a la central de abastos, que todavía era un poco más barata. Comprábamos solo fruta y verdura, a veces algo de carne, pero el resto de las cosas, como las botanas, las tuvimos que dejar de comprar porque no nos alcanzaba para llevar lo esencial. Mi esposa tuvo la idea de ir a (mercado de) Jamaica y nos surtíamos de flores, pero la gente tampoco las llevaba.

“En ese momento las ventas se cayeron, los vecinos que antes nos compraban nos preguntaban que dónde nos surtíamos, pero no les decíamos porque solo querían saber para ir también ellos ahí.

“El trabajo en el camión me presionaba mucho y ya no me alcanzaba mucho, y a mi esposa tampoco le iba mejor y eso que le estaban subiendo el sueldo. La gente ya casi no nos compraba la misma cantidad, iban por menos y siempre, siempre nos querían pedir fiado o regateaban. Puse un letrero de que no regateaba ni fiaba, pero la gente de todos modos lo hacía. De plano cerramos cuando ya no nos salían las cuentas.

“Ahorita sí está caro todo, pero en los 80 sí me tocó ver cosas más caras. No sé si es porque estaba en lo de la tienda también, pero ahorita como sea completas algo, entonces sí tenías que elegir una cosa u otra, si es que la encontrabas.”

Dólar carísimo y deudas interminables

A diferencia del presente, en aquellos años 80 la economía nacional no estaba tan abierta como ahora. Para tener acceso a productos de importación, sobre todo de Estados Unidos, la opción de muchos mexicanos fue la fayuca.

Ricardo Esteban Sánchez recuerda que le gustaba ir con su papá a comprar donde se vendía mercancía de contrabando (ropa y aparatos electrónicos).

“Mi papá solía llevarnos a un mercado en el centro de Cuernavaca, llevábamos dinero con la esperanza de que nos alcanzara para los tenis de moda (Reebok en aquel entonces) en la fayuca, y que el dólar no hubiera subido, porque inmediatamente se reflejaba en el precio final. Era la mejor opción que teníamos porque nos resultaba más accesible que ir a tiendas establecidas”.

La inflación en México durante septiembre se mantiene.
La inflación ha estado lejos del objetivo del Banco de México en lo que va de 2022.

Para Alfonso Ramírez Maya, voceador retirado y con 74 años, también fue habitual ver cómo los precios de las mercancías se elevaban de manera “estratosférica” por la inflación y por el dólar.

“La inflación de esos tiempos de López Portillo, De la Madrid y Salinas nos pegaron mucho, y hasta la fecha seguimos pagando muchas consecuencias de esos gobiernos como el Fobaproa.

“Para mí fue muy triste ver cómo la gente que tenía deudas por la casa, los coches o aparatos en vez de pagarlas en plazos de uno, dos o tres años terminaron haciéndolo por periodos más largos e incluso algunos de hasta 20 años”.

Borrando tres ceros… pero no la memoria

Con el argumento de hacer más práctico y sencillo el uso del dinero y de cuentas, en 1993 se cambió el sistema monetario de México, eliminando tres ceros al dinero. Una moneda de 1,000 pesos de entonces ahora se convertía en 1 peso.

Una de las razones detrás de esta acción fue la fuerte devaluación que tuvo el peso frente el dólar, tras el conocido Error de Diciembre de 1994, y también a la erosión que generaba la inflación sobre el poder adquisitivo.

MÉXICO, D.F., 05JUNIO2008.- El precio del huevo, pollo y la leche acumulan un aumento en precios de 15% en promedio en un año. Todos estos productos tienen un peso importante en el gasto de los hogares mexicanos y en la inflación, pues representan 18% d
MÉXICO, D.F., 05JUNIO2008.- El precio del huevo, pollo y la leche acumulan un aumento en precios de 15% en promedio en un año. Todos estos productos tienen un peso importante en el gasto de los hogares mexicanos y en la inflación, pues representan 18% del desembolso en alimentos. FOTO:RICARDO CASTELAN /CUARTOSCURO.COM

“¡Uffff! Todo ese tiempo de alta inflación fue una época muy difícil de entender, pero que sería más fácil si tuviéramos que aumentarle ahorita tres ceros a la derecha a nuestra moneda o a cualquier producto. Así muchos jóvenes ahora comprenderían lo que es perder valor adquisitivo.

“Recuerdo esos tiempos por la carestía de pasta dental, jabón de tocador y muchas cosas más” Hoy la inflación nos está pegando, pero en aquellos años (80-90) fue peor”, comenta Luz María López.

Y si bien eran tiempos difíciles hubo quienes también pudieron sortear la crisis de la época, como Enrique Lara, quien en 1995 compró una casa, que a diferencia de muchos de sus vecinos que ya no pudieron pagarla y las abandonaron, él logro salir adelante.

“Trabajaba en una empresa trasnacional y nos aumentaban el sueldo cada tres meses para reponer el poder adquisitivo, por eso logré sortear la crisis, porque me compensaban la inflación”.

Sin embargo, su historia no fue el común denominador de ese México caro.

MÉXICO, D.F., 25JULIO2012.- El incremento del precio del huevo provocado por la gripe aviar, impactó en la inflación, la cual registró un aumento de .39% durante la primera quincena de julio, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
MÉXICO, D.F., 25JULIO2012.- El incremento del precio del huevo provocado por la gripe aviar, impactó en la inflación, la cual registró un aumento de .39% durante la primera quincena de julio, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). FOTO: GUILLERMO PEREA /CUARTOSCURO.COM

Importancia de la autonomía de Banxico

Los jóvenes de 25 años y menos apenas tienen su primer contacto con los perjuicios de la inflación. La inflación a la primera quincena de agosto, de 8.62%, es por ahora lo más alto que han visto. Aunque es posible que la cifra aún no ha haya tocado su punto más alto, no se repetirá lo de los años 80-90.

En 1994 se le otorgó la autonomía de gestión a Banco de México y se estableció como objetivo prioritario la procuración de la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.

Si bien pasaron varios años para que se reflejara esta independencia del banco central en los bolsillos de las personas, desde 2002 y hasta 2020 el promedio de la inflación en México fue de 4.2%.

Contra aquellos promedios de 45.2%, está claro que queda desafiada la famosa frase “Todo tiempo pasado fue mejor”.

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