En marzo la inflación en la zona euro fue de 6.9%.
La presidenta el BCE, Christine Lagarde, dijo este jueves que la inflación en la zona euro es demasiado alta y que el banco central debe esforzarse por llevar este indicador al objetivo de 2%, esto durante una conferencia de prensa en la escuela de élite francesa Polytechnique de París.
Algunos de los 26 responsables monetarios del BCE expresaron sus dudas sobre lo que denominaron una "desinflación inmaculada", según las minutas del BCE de la reunión del 15 y 16 de marzo.
Algunos miembros argumentaron que sólo había una pequeña probabilidad de que la inflación volviera a niveles bajos tan rápidamente como sugerían las proyecciones de marzo de los expertos del BCE, que daban la impresión de una "desinflación inmaculada" (es decir, un retorno de la inflación al objetivo con un costo muy bajo en términos de pérdida de producción)", dijo el BCE en sus actas.
"Varios miembros" del Consejo de Gobierno consideraron que los riesgos para las perspectivas de inflación "se inclinaban al alza en todo el horizonte".
El BCE subió las tasas de interés en 50 puntos básicos en esa reunión, pero dijo que las perspectivas eran demasiado inciertas para comprometerse a más, ya que la crisis envolvía a uno de los mayores bancos del mundo, Credit Suisse.
El economista jefe del BCE, Philip Lane, afirmó esta semana que las tensiones financieras habían remitido desde entonces, lo que significa que es probable que haya un alza de tasas en la próxima reunión del BCE, el 3 y 4 de mayo.
Algunas fuentes dijeron a Reuters que la séptima subida consecutiva del BCE sería probablemente menor que las anteriores, de sólo 25 puntos básicos, debido a la persistente incertidumbre sobre el sector financiero y a los efectos retardados de anteriores alzas de los costos de financiación.
Algunos colegas de Lane cuestionaron de forma abierta las previsiones que presentó en la reunión, incluida la de un crecimiento salarial promedio del 5.3% este año, antes de descender al 4.4% el año próximo y al 3.6% en 2025.
"Hubo dudas sobre si estaba justificado el menor crecimiento salarial previsto hacia el final del horizonte en las proyecciones de marzo", dijo el BCE.
Otros argumentaron que era coherente revisar a la baja el crecimiento de los salarios nominales al tiempo que se recortaban las previsiones de inflación.