“En Argentina compramos un banco que no tenía muchos préstamos existentes. Pasamos a la rentabilidad en seis meses. Y en Colombia, creamos un banco desde cero. En México, porque hay muy pocos bancos en el mercado, decidimos comprar uno de los existentes en vez de pedir uno en donde tradicionalmente no se piden nuevas licencias”, explica.
Ualá compró el año pasado a ABC Capital, de origen regiomontano, que principalmente daba financiamiento a los desarrolladores de vivienda. La adquisición, de la que no se ha hecho público el monto, marcó un momento clave para la industria financiera, ya que era la segunda fintech que compraba un banco, tras el movimiento de Credijusto, que se quedó en 2021 con Finterra por 50 millones de dólares.
La compra de ABC Capital implicó una reestructura de la cartera de crédito: se vendió una parte y otra entró en proceso de saneamiento. El proceso de limpia de la cartera concluirá al cierre de este año, señala Barbieri; sin embargo, lograr la rentabilidad del negocio podría llevar un año más. “Ese es nuestro objetivo, basado en las tendencias de crecimiento tanto de nuestros usuarios de nuestra tarjeta de crédito, de nuestros préstamos y de otros productos que hacen el ecosistema”, apunta.
El argentino, que ha visto en los últimos años cómo la economía de su país ha sufrido, mira con envidia a México. “Crece, tiene una estabilidad macroeconómica envidiable en toda la región latinoamericana, tiene un banco central independiente y con muy buena reputación que ha sabido controlar la inflación, incluso mejor que los bancos centrales de Estados Unidos o de Europa, y creo que lo que hay que lograr en México es que todavía más extranjeros quieran venir a invertir para que haya más desarrollo en el país”, sostiene.
Ualá busca crear un ecosistema que le permita a los mexicanos tener todo en una app, especialmente para los emprendedores. Con la app de Ualá Bis, que es un agregador con el que los usuarios pueden hacer cobros con tarjeta, apuesta por digitalizar a los pequeños negocios o emprendedores, que reciben el dinero el mismo día a cambio de una comisión de 2.99% más IVA.
Cada mes añade entre 100,000 y 150,000 nuevos usuarios y la meta es llegar a 5 millones, superando a sus clientes de su país de origen, donde actualmente cuenta con 4 millones.
Crecer sin marketing
Los competidores de Ualá, como Nu -que también el pasado octubre solicitó una licencia bancaria- han apostado por grandes campañas publicitarias para atraer la atención, y el dinero, de los clientes.
Para Barbieri, la estrategia de crecimiento radica en crear un ecosistema financiero que incluya tarjetas de débito, para el ahorro; rendimientos en estas cuentas, para fomentar la inversión, y productos para las personas que deciden emprender, como las terminales. “Nuestro foco no es hacer cosas que llamen la atención o empapelar toda la ciudad con nuestro nombre. Lo que queremos hacer es el mejor producto porque creemos que al fin del día eso es lo que triunfa, no el marketing”, sostiene.
El empresario señala que la competencia que tiene está en los precios y el valor agregado en los productos. Las cuentas con rendimientos son uno de los mayores éxitos de la firma en donde el ritmo de uso ya supera a Argentina. “En México, a dos años de lanzar la cuenta, tenemos una retención casi tan alta como en Argentina, donde ya operamos hace seis años y medio”, destaca.
El empresario apuesta por el potencial de crecimiento que tiene México con el nearshoring aunque considera que aún existen retos como la falta de infraestructura, especialmente en energía. Además, la macroeconomía global está ayudando a México a acelerar el desarrollo y el crecimiento, especialmente para los más jóvenes, que requieren oportunidades de vida. Monterrey es una de las ciudades que más le entusiasma. “México tiene gran talento y nosotros estamos apostando mucho a crecer nuestra nómina en México, creemos que se pueden desarrollar productos muy innovadores”.