El nivel más alto en recaudación del que se tiene registro se logrará sin una reforma fiscal, es decir, sin nuevos impuestos o alzas en estos, de acuerdo con la presidenta, Claudia Sheinbaum.
El plan, que será mayormente presentado el lunes 8 de septiembre en el Paquete Económico 2026, radica en apretar más las tuercas a los contribuyentes para el cumplimiento en el pago de sus impuestos; un ataque a las empresas factureras o fantasma; cerrar las grietas para el contrabando en las aduanas; aplicar aranceles a los países con los que no se tienen acuerdos como China; y también en cambiar la fórmula para otorgar incentivos fiscales a las gasolinas.
Más vigilancia
“Los programas actuales de fiscalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT) van a seguir en vigor. Es decir, nos van a seguir fiscalizando fuerte a través de todos los mecanismos, sobre todo de cartas de invitación, comunicados y exhortos que nos lleguen al Buzón Tributario, y que se hacen a partir de cruce de datos, de minería de datos por parte de la autoridad fiscal”, comentó Luis Pérez de Acha, socio fundador y director del despacho Pérez de Acha e Ibarra de Rueda.
Este mayor control se verá sobre quienes eluden al sistema tributario, incluyendo personas físicas y morales, reforzando medidas de control, explicó Carlos Lerma, subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 30 de julio.
Contra empresas factureras
Para generar más ingresos a través de la lucha contra el fraude y la evasión fiscal, para 2026 el objetivo son las empresas factureras o fantasma, las cuales simulan operaciones tras los objetivos de evadir impuestos, solicitar saldos a favor al fisco, lavar dinero y desviar recursos públicos.
Esta acción “nos va a dar más recaudación que cualquier incremento que pudiéramos hacer al ISR”, adelantó la presidenta, el pasado 22 agosto en su conferencia matutina.
Información del grupo parlamentario de Morena refiere que el daño al erario público por facturas falsas va de los 250,000 millones de pesos y hasta el medio billón al año.
“Una parte de la reforma (contra las factureras) se centraría en el Código Fiscal de la Federación para actualizar o modernizar algunas disposiciones que ya tienen muchos años en vigencia y que con base en la experiencia es conveniente ajustar, en particular al artículo 69-B (que se refiere a las listas negras del SAT). También tendrían que hacerse cambios importantes a las leyes que contienen condiciones para la contratación pública, que es la otra cancha donde operan estas empresas”, detalló Pérez de Acha.
Consideró que los cambios también deben venir para los contribuyentes que compran estas facturas falsas. “Viene un tema penal-fiscal importante para los siguientes años”, explicó.