La Asem refuta esos argumentos. De acuerdo con la organización, Walmart podría rehusarse a comercializar productos a través de otras plataformas aún sin realizar la compra de Cornershop. Y la start-up perdería en el largo plazo si se rehúsa a proporcionar el servicio a los competidores de la cadena minorista, además de que iría en contra de su propuesta de valor.
El que Walmart tenga acceso a clientes de sus competidores a través de la plataforma también fue cuestionado por la Asem. “No se puede atribuir una inversión de 225 millones de dólares a cambio de tener acceso a una cantidad no significativa de clientes”, detalla la asociación.
La compra de una start-up por parte de una empresa más grande es parte de la estrategia de salida de los emprendedores y de sus inversionistas para capitalizarse y reinvertir en otras compañías. Para la Asem, es un peligro si la comisión no comprende esa dinámica, porque se corre el riesgo de que México deje de ser atractivo como mercado y destino de inversión.