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Así es como este colectivo busca regenerar Xochimilco

Colectivo Ahuejote trabaja con 15 productores de verduras de la zona chinampera para abastecer a 50 clientes de la Ciudad de México. Su objetivo es rehabilitar la zona a través de la agricultura.
vie 11 octubre 2019 01:52 PM
Colectivo Ahuejote
Regeneradores en Xohimilco. Raúl Mondragón y Francesca Verschoor forman parte del Colectvio Ahuejote, que el mes pasado obtuvo el 'Premio CEMEX-Tec 2019'.

La zona chinampera de Xochimilco tiene un destino fatal. Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estiman que desaparecerá para 2050 debido a problemas ambientales. Por ello, asociaciones no gubernamentales como Colectivo Ahuejote buscan regenerar y reactivar el espacio a través de proyectos agrícolas ambientales, una actividad que poco a poco se ha pulverizado.

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El primer acercamiento de Raúl Mondragón a la zonas de chinampas cuando era niño. Esta técnica de agricultura y expansión territorial se realiza en una especie de isla artificial cubierta con tierra, y sirve para cultivar flores y verduras, es una de las técnicas más ancestrales y en México se ubican principalmente en San Gregorio, San Luis y Xochimilco, todos en la alcaldía de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México.

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“Fue curioso porque yo crecí en Xochimilco, ahí está la casa de mis papás y tenía ese contacto con las chinampas porque mi mamá compraba verdura que provenían de ahí. Conforme fui creciendo me puse a investigar y vi todas las bondades que tiene, por ejemplo un reloj agrícola mucho más avanzado que el de otros sistemas de producción, ya que te puede dar entre cinco y seis cosechas al año, estamos hablando de un 200 o 300% más productivos”, comenta el fundador del Colectivo Ahuejote.

En 2016, Mondragón comenzó a trabajar en el proyecto con su primo David Flores. Ambos pidieron ayudar a un productor de la zona, quien les permitió entender lo que sucedía al sur de la Ciudad de México, pues había problemas con el agua —no había mucha y tampoco era de calidad—, contaminación en muchos aspectos y conflictos entre la comunidad (alta competencia entre los productores y escaso conocimiento sobre administración de finanzas).

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Fue entonces que el proyecto, con ayuda del Instituto Internacional de Recursos Renovables, tomó forma.

La solución

Una de las problemáticas que los emprendedores vieron en las chinampas es la competencia tan dura entre los productores, lo que termina afectando su producto. “Como todos compiten entre ellos y todos producen lechugas, por ejemplo, el precio de venta baja. Así que muchos dejan que se pudra hasta la mitad de su cosecha porque en el mercado les ofrecen poco dinero", explica el fundador del Colectivo Ahuejote.

El colectivo también busca brindar alternativas a los consumidores. Por ahora no tienen ningún convenio firmado con supermercados o restaurantes para surtirles, pero sí cuentan con una base de 50 clientes únicos, entre clientes finales, cafeterías, sistemas de canastas y proveedores, que compran con regularidad.

"La idea es lograr cadenas de valor mucho más grandes”, señala Mondragón, quién anteriormente trabajaba en la industria del mezcal.

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El modelo

El colectivo comenzó a trabajar con la comunidad bajo un modelo basado en tres ejes:

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  • El primero es en procesos productivos totalmente enfocado a agroecología y agroforesteria (la incorporación de arboles frutales a los cultivos) y ecotecnologías hablando de captación de agua o biodigestores.
  • El segundo está enfocado en el desarrollo de negocios en el sentido en el que el productor o productora sienta que es una empresa, que conozcan sus gastos y cuánto vale su producto.
  • El tercero es la organización comunitaria que les ayuda a funcionar desde adentro y hacia afuera. “Siempre dejamos que la dinámica sea de ellos para ellos, nosotros solo conducimos conversaciones”, señala Mondragón.

Hasta el momento, Colectivo Ahuejote impacta a 15 productores de jitomate, lechuga, betabel, perejil, brócoli y setas. Este modelo pueda ser replicado y escalarlo a las diferentes zonas chinamperas. Si es posible, podrían impactar hasta 100 productos o más. "Es más un modelo de agricultura regenerativa que promueve una comunidad organizada con un uso y gestión sostenible de suelo y agua a través de experiencias transformativas de aprendizaje", señala el cofundador.

La zonas en las que actualmente trabajan son San Gregorio y Xochimilco.

Los emprendedores

Aunque Raúl Mondragón y su primo David Flores, ambos licenciados en administración de empresas, fueron los cofundadores del Colectivo Ahuejote, la ayuda de Silvia Mejía —con quien Mondragón estudió la maestría en Agroecología y Alimentación en la Universidad del Medio Ambiente en Valle de Bravo—, de la urbanista Francesca Verschoor y de la agrónoma Charlotte Chambard les permitió crecer.

Este auge fue en número de personas y en alianzas, pues lograron hacer sinergia con la Universidad del Medio Ambiente, el Instituto Internacional de Recursos Renovables y con la aceleradora Makesense que realizó un préstamos por 80,000 pesos de capital semilla al proyecto.

En septiembre, los emprendedores ganaron el Premio CEMEX-Tec 2019 en la categoría Transformando comunidades. El colectivo se hizo acreedor a una capacitación tipo bootcamp y 25,000 dólares para la implementación de la propuesta que trabajaron desde su creación.

Retos y planes

“Con estos recursos queremos dar un gran salto. Mientras que con Cemex comenzaremos a trabajar en San Gregorio, donde conocimos a esa comunidad de chinamperos que tenía ganas de aprender muchas cosas. Ojalá que con nuestro modelo de tres ejes, y la asesoría de los expertos, podamos seguir avanzando", refiere Mondragón.

Si bien los emprendedores no tienen un objetivo de producción de hortalizas, sí buscan llegar a más productores para ayudarlos a integrarse en la cadena de valor. La idea es colaborar con ellos para implementar estrategias y acciones en donde sean necesarias para lograr una mejor gestión del agua y suelo. Afianzado esto, podrían trabajar hubs de chinampas y productores bajo este modelo en los distintos parajes

Colectivo Ahuejote también esta lanzando una campaña de financiamiento colectivo en la plataforma Unreasonable México, con el fin de recaudar 200,000 pesos que les permitirá aumentar su impacto.

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