Angélica Fuentes gesticula siempre mientras habla. Sus antebrazos muestran dos tatuajes. Cuando cae en cuenta, reconoce que a veces se pregunta qué pensarán los inversionistas con los que se reúne. "Pero no me importa, estoy muy orgullosa de ellos". Son mensajes escritos por sus dos hijas, con su caligrafía. Dicen: "I love you, mommy". A fin de cuentas, señala, su experiencia como mujer y madre han marcado su carrera empresarial y le han llevado a su nuevo proyecto, con el que vuelve a México tras cuatro años fuera.
Angélica Fuentes: "Me reinventé a los 52 años"
Entrevistada dos días antes del anuncio del fallecimiento de Jorge Vergara, su exmarido y padre de sus hijas, cuya relación (personal y profesional) acabó en los juzgados, la empresaria recuerda que su experiencia comenzó muchos años antes de Omnilife, la compañía que fundó Jorge Vergara, y que ella dirigió. Se trató de la empresa de su familia, Grupo Imperial, una de las empresas de gas más importantes del país, de la que fue directora ejecutiva a los 29 años.
Pero sí apunta que, bajo su dirección, la compañía tapatía se convirtió en una de las pioneras en impulsar medidas de equidad de género y fue la primera mexicana en firmar los 7 Principios de Empoderamiento de la Mujer establecidos por ONU Mujeres. "Eran medidas para hombres y mujeres, y eso hizo que incrementara la productividad", afirma Fuentes, que también estuvo al frente del proyecto de equidad de género del Foro Económico Mundial para México.
Expansión: Tras mantener un perfil empresarial bajo, vuelves a invertir en México. ¿Cuál es el proyecto?
Angélica Fuentes: Acabo de lanzar hace un mes MUVOP, una microfinanciera para mujeres, donde estamos dando créditos de capital de trabajo, créditos de nómina, simples y personales, a mujeres asalariadas o que tengan una micro o pequeña empresa. Hay un hueco muy grande en seguir cubriendo la necesidad de que la mujer pueda tener acceso al capital, sobre todo las que están en la base del sector económico de este país. MUVOP quiere, para el próximo año, ser la empresa que, por lo que está generando y por mi experiencia en venta directa, sea la que ofrezca estos créditos a mujeres en la venta directa.
¿De cuánto son los montos de los créditos y a qué perfil están dirigidos?
Nos estamos enfocando en el Estado de México y la Ciudad de México. No significa que sea lo único que vamos a cubrir, pero es donde estamos empezando con algunas mujeres que necesitan un microcrédito para seguir creciendo su pequeña o microempresa. Y estamos acercándonos también a empresas para ofrecerles el servicio de financiamiento a las mujeres que tienen dentro de su nómina.
Es importante resaltar las cosas que nos diferencian como financiera. Una de ellas es que no estamos pidiendo demasiada información, porque a veces esas mujeres no la tienen. No estamos pidiendo ningún tipo de garantía en activos que puedan tener, porque la mayoría de las mujeres en este estrato social, y la mayoría de las mujeres en este país, no tienen activos a su nombre y les cuesta mucho trabajo el acceso al crédito.
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La mayoría de los créditos se están yendo a tener bienes de consumo duradero, a pagar pasivos, a pagar servicios. Sin embargo, no estamos etiquetando el crédito a algo en específico. Es muy importante que la mujer acceda al crédito para utilizarlo en lo que más lo requiere. Hay una cosa fundamental que la mujer hace cuando tiene un ingreso o tiene un crédito, además obviamente de crecer su negocio, si es empresaria: invierte en su familia y, por ende, es un factor fundamental de cambio social. Eso genera que se sienta empoderada, empodere a su familia y ese núcleo empiece a empoderar a su comunidad.
Otra cosa que nos diferencia es que acompañamos este financiamiento con una capacitación en línea, dividida en dos áreas: educación financiera y empoderamiento personal. Y te voy a decir por qué lo estoy haciendo así. Yo hace varios años tuve una empresa en donde estábamos dando ese tipo de capacitación, y primero empezamos con capacitación financiera. ¡Las mujeres no se movían! A lo mejor subían un escalón y ahí se quedaban. Al darme cuenta, con todas las conferencias que yo estaba efectuando una vez que posicioné Angelissima (la marca de cosméticos que creo en Omnilife), me di cuenta de que esa parte era la que le faltaba a la mujer, la parte de creer en ella, de entender que también podía ser líder, de quitarse los miedos. Les enseñamos, de una forma estratégica, a planear tanto su vida personal como la profesional.
¿Cuántos créditos colocarán al cierre del año?
Este año queremos cerrar con aproximadamente 350 créditos. Estamos hablando de aproximadamente 10 millones de pesos, con un crédito promedio de 30,000 pesos. El crédito máximo que ahora vamos a dar es de 100,000 pesos por persona. Tenemos ya un grupo de mujeres que están interesadas en acceder a estos, y ahí vamos.
¿Cómo llegas a este momento de volver a emprender en México?
Yo sé que es de conocimiento público que estuve fuera del país casi cuatro años, pero esos cuatro años estuve haciendo dos cosas fundamentales. La primera, encargarme de seguir amando, educando, protegiendo y guiando a mis dos niñas, que esa es mi prioridad número uno. La otra era seguir viendo, todos los días, desde qué espacio podía yo seguir mi trabajo. Y a mis 52 años me reinventé y dije: '¿Qué sigue para que pueda seguir trabajando en pro de la mujer?'. Mi empresa Angelissima la cerraron, eso fue una decisión fuera de mi alcance, pero tampoco me paralizó. Estuve viendo qué podía hacer: los microcréditos.
Te voy a ser muy sincera, yo no pensé regresar a México. Por ningún motivo quería yo regresar a México. Había muchas cosas que me lastimaron de una forma muy profunda. Mi país me dio la espalda por muchas razones, mi proceso legal se llevó de una forma terrible, mucho de ello yo sé que por ser mujer. A una mujer fuerte y exitosa a veces no se le perdona serlo. Y yo regresé a México en enero de este año a una primera plática con un grupo de mujeres muy resilientes, de mucha lucha. Fui a dar una conferencia y terminamos en una plática de mujeres, que me encantó.
Me di cuenta de que estaba equivocada en querer llevar mis inversiones a otro país, aunque fuera también de América Latina, porque debía ser México mi punto de entrada para volver a invertir. México me vio nacer como empresaria, me dio una gran oportunidad de lograr muchas cosas. Me di cuenta de que me encanta trabajar con la mujer mexicana, porque es de mucha lucha, de mucha resiliencia. Y por eso este proyecto, y por eso decidí regresar y toda la reinvención de Angélica a los 52 años va a empezar en México.
Comentabas que sientes que fuiste maltratada por el hecho de ser mujer. ¿Crees que las críticas a tu gestión en Omnilife fueron más fuertes porque una mujer tomaba las decisiones?
Estoy absolutamente convencida de que sí. Y no fue un poco, fue un muchísimo. Fui acosada, atacada, acusada, difamada, desprestigiada públicamente como mujer, como empresaria, como madre, como esposa. De una forma despiadada.
Se hizo una campaña mediática en mi contra basada en unas falsedades y unas mentiras despiadadas. Mucho, por supuesto, por ser mujer. Cuando yo llegué a Omnilife, de entrada, más o menos el primer año, hubo un despido como de 500 personas. Y yo estaba en los medios todos los días porque había despedido a 500 personas. Y yo me enteraba de otras empresas que también se estaban reestructurando y había un despido masivo de personas y jamás salían en la prensa, pero yo sí, por ser mujer. ¿Ha vuelto a haber despidos en la empresa? Posiblemente. ¿Te has enterado de que ha sucedido? No.
Mirando hacia atrás, ¿hubieras cambiado la forma de hacer las cosas?
No, definitivamente no. Logré darle la vuelta a un grupo importante, pero que tenía una serie de problemas grandes. Y fue a través de la productividad y de todo lo que se implementó de política interna, y toda la estrategia que requería de todo lo que se hizo para dejar —al menos hasta el último momento en el que yo fui responsable, que fue diciembre de 2014— una empresa muy fortalecida con un valor importante. Y de eso me siento muy orgullosa. Entonces no, no cambiaría absolutamente nada, porque yo logré darle la vuelta a un grupo empresarial y dejarlo extraordinariamente fortalecido.
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¿Traes otros proyectos en cartera?
Uno de ellos, que no se va a definir hasta el próximo año, tiene que ver con la experiencia que uno va teniendo en la vida. Yo me quedé de la noche a la mañana sin una oficina, cuando yo tenía mis oficinas corporativas, y además una oficina personal. Y nunca dejé de trabajar, lo seguí haciendo desde mi casa. Me costó mucho trabajo, porque yo había sido alguien que había tenido esos espacios, donde se genera mucha energía, durante 28 años de mi vida. Porque yo no nací como empresaria cuando tomé las riendas de Omnilife. Y me costaba hacerlo desde mi casa, pero no me frenaba.
Luego, renté una oficina pequeñita en El Paso y ahí tenía a las personas que seguían colaborando conmigo y ahí me sentí increíble. Cuando me mudo a Nueva York, el grupo de mujeres que me apoyaba eran mucho más jóvenes que yo y encontraron un espacio de coworking, que yo en mi vida pensaba que lo iba a hacer. Mi fundación en Nueva York está en un espacio de coworking, pero yo no estaba en esa oficina. Y cuando entré dije: "Me gusta". La energía era increíble, porque había muchísima gente haciendo cosas diferentes.
Me gustó mucho trabajar en ese espacio de colaboración, sin estar colaborando con nadie, pero sí con la energía de las demás. Y me di cuenta de que tuve la gran ventaja de que mis hijas ya estaban un poco más grande y que ya iban al colegio, pero había mujeres que tenían que dejar su trabajo para dedicarse en su casa a cuidar a sus hijos. Así pensé en un espacio para la mujer mamá trabajadora.
Ese es el proyecto que voy a lanzar el año que entra. No sé si va a ser en Querétaro, porque ya lo estoy viendo con algunos inversionistas que ya están interesados, o en Estados Unidos, porque allá apenas empiezo a platicar con un inversionista al que le gustó muchísimo la idea. Será el primero que se cierre. Estuvimos casi un año analizando dónde convenía y podíamos estar, cuáles eran las necesidades. Por ejemplo, en Estados Unidos, el costo de childcare es altísimo. Y tuvimos muchos focus group. La mujer trabajadora que tiene hijos va a llevar a sus hijos al trabajo y no va a perder la posibilidad de seguir conectada energéticamente con otras mujeres que están trabajando. Se llama Mision’s Moms.
Vuelves con negocios a México. ¿Cómo te afecta el proceso que la Fiscalía General de la República lleva en tu contra a través de la Unidad de Investigación de Delitos Fiscales?
Eso es parte de esa campaña de desprestigio en mi contra en muchas áreas. Y mis abogados están trabajando en ello para aclarar en su momento lo que salió públicamente. Al final del día, aquí estoy en México, y siempre he caminado con la frente en alto y el corazón abierto.