“Creo que la idea salió de un miedo a la respuesta que íbamos a poder dar como país por los recursos tan limitados que tenemos. Ninguno de los tres tenía una impresora 3D, pero nos prestaron una”, dijo Carlos Illsley en entrevista.
Nallely, Alejandra y Carlos se conocieron porque en años pasados trabajaron en el programa de Embajadores del Tec de Monterrey y sabían que sus perfiles se iban a complementar para emprender el proyecto. Alejandra estudió la Licenciatura en Animación y Arte Digital; Carlos terminó la carrera en Ingeniería Biomédica y Nallely terminará Ingeniería Mecánica en mayo.
Con casi dos semanas trabajando en la impresión, este miércoles se donaron los primeros 1,000 kits de caretas y cubrebocas a doctores, enfermeros y trabajadores sociales de cinco hospitales diferentes.
“Ahora trabajaremos con Fundación Toledo para que la gente pueda tener más confianza; el hacerlo a través de una Asociación Civil les da un incentivo de que todo es formal y pueden generar facturas si es necesario”, indicó Banda.