En el sector de fintechs de consumo también hay favoritas: las que se dedican a la banca digital y a los préstamos. De acuerdo con Latitud, desde 2014, dos de cada tres dólares invertidos en estas fintechs fueron para Bancos Digitales (67.9%) y el 20.8% se destinó a firmas de préstamos.
El capital invertido en este sector ha dado como resultado el nacimiento de unicornios (empresas con una valuación de más de 1,000 millones de dólares) en la región, donde la banca digital es la que tiene más unicornios en la región como Nubank, C6 Bank, Inter, Neon y Ualá.
No es casualidad que el segmento de fintechs de consumo, y en particular el de la banca digital, haya crecido tanto, y es que en la región “se considera que el servicio de atención al cliente heredado de los bancos tradicionales ofrece una calidad deficiente y provoca la insatisfacción de los clientes debido a los largos tiempos de respuesta, las altas tasas de rechazo, los procesos burocráticos, entre otros problemas”, señala el informe.
Además de la deficiencia de los servicios de la banca tradicional, el aumento de la adopción de los servicios digitales también se aceleró tras la pandemia del COVID-19, lo que representó, y aún lo hace, una oportunidad para las startups en esta industria.
Y el potencial de crecimiento aún es amplío, pues en la región el efectivo sigue siendo el rey. De acuerdo con el Global Cash Index de PYMTNS en 2020, el 85% del gasto en la región se hizo en efectivo, lo que refleja la falta de bancarización de la población, las elevadas tarifas bancarias para los consumidores y las preocupaciones y falta de confianza en torno a los pagos en línea y digitales.
Sin embargo, “las fallas históricas de los actores tradicionales y el aumento del e-commerce y los pagos digitales dan lugar a todo tipo de oportunidades para los actores de las Fintechs”, concluye Latitud.