La iniciativa privada se pone transparente en las 500 contra la corrupción
La corrupción es uno de los problemas que más aquejan al país, lamentablemente, ésta opera como una red donde participan tanto funcionarios como algunos ejecutivos de las empresas, sin embargo, la iniciativa privada a puesto manos a la obra para iniciar el camino hacia elaborar las políticas de integridad y anticorrupción, así como comunicarlas de mejor manera tanto al interior como el exterior de las organizaciones.
El IC500 es un ranking que se elabora tomando como base el listado de “Las 500 empresas más importantes de México” de Expansión, que califica a las compañías por la publicidad y el contenido de sus políticas de integridad corporativa, sin embargo no se evalúa la implementación de éstas, ni qué tan corruptas son las empresas. En alianza, Expansión, Transparencia Mexicana y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad buscan sumar al sector privado a la lucha anticorrupción en el país con la segunda edición del IC500.
El año 2017 se realizó la primera edición de IC500 con resultados poco favorables, pero un año después (2018) se ha visto una mejoría y las empresas más grandes han respondido con un compromiso en la mejora general.
A un año de su lanzamiento, podemos anunciar que IC500 ha dado sus primeros frutos, pues se ha convertido en punto de referencia e incentivo para que las empresas apuren el paso en materia de integridad corporativa. La primera edición del IC500 mostró una situación poco alentadora, pues la mayoría de las compañías no tenía una política de integridad corporativa pública, o si la tenían, era deficiente y dejaba fuera elementos fundamentales para garantizar su funcionamiento.
Hay dos tipos de empresas que subieron considerablemente su calificación en el Índice. Por un lado, las que ya estaban el año pasado ubicadas en la parte alta del Índice, y que hicieron ajustes menores a sus políticas de integridad corporativa para mejorar aún más.
Por el otro, hay empresas que no hacían públicas sus políticas en los sitios de internet,
y que decidieron unirse al esfuerzo y transparentar sus códigos de ética y políticas de integridad corporativa.
Tres casos de éxito.
Grupo Modelo se mantiene el top ten gracias al área de compliance (integridad, transparencia y anticorrupción) conformada por 20 personas enfocadas a asegurarse que tanto los empleados de la empresa como los proveedores cumplan con el código de buenas prácticas que además se han beneficiado con el ahorro de aproximadamente tres millones de dólares al año.
Una de las medidas implementadas por Grupo Modelo es que las políticas anticorrupción van incluida en los contratos con sus proveedores, por lo que se les obliga a firmarlas y cumplirlas, además de que participan en foros para que las personas sepan que la empresa no se va por el camino fácil.
Chedraui es uno de los casos en escalar 196 posiciones en el IC500 al centrar su estrategia en dos ejes principales: homologar y formalizar las medidas anticorrupción existentes e involucrar a los socios y proveedores. Para impulsar la implementación de las normas, la empresa tiene un programa de entrenamiento para que todos los colaboradores desde que son contratados conozcan y firmen las política anticorrupción.
Hoteles City Express contaba con un Código de Ética que no se había plasmado en papel, posteriormente con la conformación del Comité de Ética, se establecieron políticas de anticorrupción. El personal que labora en la empresa hotelera debe aprobar una evaluación, además, una vez al año otorga capacitación a los franquiciatarios.
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