Guadalajara ya nota los "estragos" del desabasto de combustible
GUADALAJARA.- El fin de semana de regreso a clases, algunos conductores de Guadalajara notaron que las gasolineras tenían menos combustible disponible. Se corrió la voz, y muchas personas que no pensaban llenar el tanque decidieron hacerlo, con lo cual aumentó el desabasto.
Ahora, este miércoles es común ver largas filas de autos en las estaciones de gasolina, y algunas empresas comienzan a sufrir las consecuencias. Pese a que muchos de los transportistas no han tenido problema para traer frutas y legumbres a la entidad, debido a que usan diésel, los compradores y distribuidores sí están teniendo dificultades.
Los principales afectados por la falta de gasolina en la entidad son los propietarios de tiendas de abarrotes y los tianguistas, señala Salvador Hernández Navarro, presidente de la Unión de Comerciantes del Mercado de Abastos (UCMA).
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La población de Jalisco necesita 15 millones de litros diarios de combustible, de los cuales 10 millones son para abastecer la Zona Metropolitana de Guadalajara. Ahora se ha reportado un déficit de hasta 60%, es decir, de seis millones de litros, según datos del gobierno del estado. “Hasta el día de ayer comenzamos a sentir los primeros estragos del desabasto de combustible. (...) ¿Dónde se empieza a sentir esto? Principalmente con los clientes”, dice el representante de los locatarios.
Carlos Rivas, empresario del ramo lechero, comenta que algunos de sus clientes han dejado de acudir a comprar, o en lugar de hacer tres viajes sólo hacen uno.
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Para locatarios como Félix Buenrostro, dedicado a la venta de cebolla, esto se suma a un arranque del año que siempre suele ser difícil, por la cuesta de enero y el incremento de los precios. Por ejemplo, la cebolla que costaba cinco pesos por kilo ahora vale 20, y con la falta de gasolina, su negocio se resiente, asegura.
El impacto ecónomico del desabasto afecta a muchos vendedores. Luis Fernando Vallejo, un vendedor ambulante desde hace 20 años, cuenta que el lunes iba con su camioneta rumbo al mercado de abastos, con el tanque de gasolina a un cuarto de su capacidad. Trató de conseguir gasolina, pero no alcanzó y se tuvo que regresar.
Cómo él, otros transportistas que utilizan camionetas con gasolina ya sufrieron la falta de combustible. José Carrillo Márquez tiene a cargo cinco unidades, pero dos están paradas por la dificultad de cargar la gasolina, que implica hacer fila por una hora, afirma. Y su compañero Martín Pérez tuvo que formarse ayer con un garrafón por más de una hora para tener combustible con el que llegar hoy al mercado.
Otras personas, como José Antonio Vázquez Delgadillo, administrador del mercado, dicen que no han tenido problemas. Pero él es de Tlaquepaque, aclaran sus colegas locatarios, y el desabasto está en Guadalajara.
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El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, planteó abrir el nuevo poliducto ubicado en Salamanca, Guanajuato, pero Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, le informó que tiene daños de tal magnitud que es imposible operarlo.
La petrolera garantizó que llegarían a Jalisco 15 millones de litros diarios en unos 10 días, con lo cual habría un servicio normal, según estimó el gobernador. Pero en el primer día de este periodo llegaron solo 39,000 barriles.
Aunque Alfaro elogió el combate al huachicol, criticó que no se midieron las consecuencias y el efecto colateral que sufren los ciudadanos, en pleno regreso de vacaciones.
