El mal momento que están pasando los productores de tomate con el gobierno estadounidense podría repetirse para el sector azucarero si los tomateros no logran un acuerdo con el país vecino, pues sentaría un mal precedente, señala Bosco de la Vega, director del Consejo Nacional Agropecuario.
Los azucareros temen correr la misma suerte que los productores de tomate
Así como el tomate, Estados Unidos revisa cada cinco años el acuerdo antidumping que tiene en relación a las importaciones de azúcar de México. El azúcar de caña mexicana entra a Estados Unidos sin restricciones arancelarias ni de cupo desde 2008, como parte del proceso de apertura del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora T-MEC.
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Al mismo tiempo, el mercado local se abrió a la fructosa estadounidense, utilizada principalmente por la industria de los refrescos. Ambos gobiernos llegaron a un acuerdo en 2014 que limita el azúcar que puede enviar México.
“Estamos preocupados por el trato que esta pasando el tomate, se volvió un tema electoral de Florida, viola el tratado de libre comercio y ahora viene el azúcar", afirma Bosco de la Vega. "Sin embargo, ahí la gran ventaja es que México tiene un contrapeso que es el alta fructuosa. Si el tomate no se soluciona, va a ser un mal precedente, ahí la invitación del CNA al gobierno para que tome medidas”.
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La semana pasada, los productores de tomate pidieron que se aplicaran medidas espejo para que inspeccione la calidad de las las importaciones de grano, maíz, trigo, soya, sorgo, lácteos, fructosa, manzanas, peras, uvas, carne de res, puerco y aves provenientes de Estados Unidos. Para De la Vega se trata de una propuesta de defensa legitima en respuesta al "abuso de Estados Unidos".
Jesús Seade, subsecretario y negociador comercial para América del Norte , respondió que aplicar estas medidas sería tan perjudicial como la revisión al 100% de los camiones que envía México a Estados Unidos, producto del que dependen 1.5 millones de agricultores.