“Los recursos de la CFE estaban inutilizados. Al haber tantos proyectos interesados en usar esos recursos no había certidumbre de quién lo iba a utilizar (…) y falta certeza jurídica en el desarrollo del proyecto también por parte de Telecomunicaciones de México”, apunta Jesús Romo, analista de Telconomia.
Telecomunicaciones de México (Telecomm) también es una empresa del estado y estuvo encargada de realizar los estudios de análisis y consultas de normatividad previos a la licitación de la Red Troncal. Esta empresa estatal es la que opera los dos pares de fibra óptica de CFE.
La creación de una empresa pública levanta dudas entre los analistas del sector, que consideran que su funcionamiento se verá complicado al no contar con ingresos para invertir en la expansión de sus servicios y alertan de los costos e inversiones sin retorno en este proyecto.
“Un despliegue de fibra óptica requiere una inversión bastante relevante para el gobierno y lleva varios años poder hacer un despliegue efectivo para poder alcanzar los niveles de penetración que tiene en mente el gobierno", destaca Manuel Jiménez, especialista de telecomunicaciones en KPMG México. "Hay que tener el conocimiento de la industria -que es bastante relevante-, por ejemplo, de todo el despliegue, aproximadamente el 60% del costo para implantar la fibra óptica se trata de obra civil, un 8% es el costo de la fibra óptica y alrededor de toda esta inversión vienen costos adicionales directos e indirectos”.