De estos, cuatro son marcas de aceite de aguacate como San Lucas, Cate de mi corazón y Avocare; tres fueron aceites de ajonjolí de las marcas Kum Chum, Kaporo y Foreway Sesame Experte; y uno de uva bajo la marca San Lucas.
“Si bien no presentan daños para la salud de los consumidores, hay engaño, pues el producto no es lo que oferta”, mencionó la Profeco en un comunicado.
De igual modo, Profeco identificó que dos aceites no cumplieron con las declaratorias de contenido. Estos fueron los aceites de ajonjolí de las marcas Satoru y La cocina verde.
El organismo llevo a cabo el estudio entre febrero y abril de este año. Se analizó la información comercial, contenido neto, autenticidad, tendencia al envejecimiento, a volverse rancio y al cambio de sabor.