El acero es el material que más se recicla en el mundo. Se aprovecha prácticamente todo y se puede reutilizar decenas de veces. Una característica, en un entorno de consumo cada vez más preocupado por el medio ambiente y por los principios de la economía circular, que garantiza el futuro de la industria siderúrgica. Aún así el sector sabe que el que cambio es inevitable, explica Máximo Vedoya, CEO de Ternium.
Máximo Vedoya, CEO de Ternium: "La innovación es una lucha continua"
"La industria ha cambiado en los últimos 10 años y seguirá cambiando. ¿En qué? Uno, en el desarrollo para que haya productos mas sustentables. Un ejemplo es la industria automotriz. En los últimos 10 o 20 años hemos desarrollado aceros mas livianos, que a la vez son igual o más resistentes, porque las especificaciones de seguridad son mas duras en la industria automotriz", señala Vedoya, que también es presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), y quien ofrece su visión del sector para el especial 'Visiones del Futuro', con motivo del 50 aniversario de Expansión.
Hace 20 años, un auto de tamaño chico o mediano tenía 650 kilos de acero. Hoy, el peso para el mismo modelo es de 450 kilos. El 70% del acero que ahora utiliza el sector automotriz son desarrollos de los últimos 20 años, apunta el directivo. Y esos 200 kilos que pierde de peso el auto en acero se han trasladado a añadir más tecnología al vehículo, como sistemas digitales para la fabricación de vehículos autónomos.
La industria no solo trabaja en el producto final, también en el proceso de fabricación. "La nueva tecnología va a cambiar cómo se procesa el acero y cómo ser más productivo. La Industria 4.0, la automatización de los procesos, el uso de big data, de inteligencia artificial. Todas esas cosas ya están empezando, pero aún en muy pequeña escala. En pocos años va a revolucionar la manera en que producimos el acero", agrega.
El sector está continuamente en desarrollo, ante la pelea que existe entre el acero y otros componentes sustitutos. Cuando se dijo que el aluminio iba a sustituir al acero, la industria se dio a la tarea de desarrollar aceros más livianos y resistentes y a buscar nuevos usos para el material. "Buscamos cómo hacer productos de acero antes de optar por otros materiales. Eso es una lucha continua. Todo el desarrollo de energía renovable, los paneles, las torres eólicas, hasta hace 10 o 15 años no existía casi el producto y hoy se produce todo en acero", pone como ejemplo Vedoya.
Estos son, justamente, los ejes de la estrategia de Ternium, que está reconvirtiendo sus plantas para que sean más competitivas gracias a la tecnología. Desde 2010, además, la empresa ejerce un plan de inversión de 4,000 millones de dólares en Pesquería, en Nuevo León, para un nuevo centro industrial que contará con la certificación LEED (que avala la sustentabilidad de la planta).
La estrategia gira en dos sentidos, explica Vedoya. El primero gira en torno al talento, tras la reconversión de la planta. "La gente que maneja estas plantas necesita un talento distinto al de antes, son plantas muy automatizadas. Tenemos que ver cómo capacitamos y retenemos al talento para llevar a la planta a su máxima potencia", señala el directivo.
La empresa creo en el municipio de Pesquería, hace tres años, una preparatoria técnica, para capacitar a los estudiantes para incorporarse a la industria del futuro. "El talento está, lo que hay que hacer es desarrollarlo, que se capacite en las cosas que realmente la industria necesita".
El segundo es apostar al desarrollo de nuevos productos. "En Pesquería tenemos un centro de Innovación y Desarrollo donde vamos a poder experimentar y trabajar junto a nuestros clientes para pensar en cuáles van a ser sus necesidades y empezar a desarrollar nuevos productos".