La industria tabacalera se ha visto envuelta en una ola de críticas y ataques que ha movido el negocio, luego de que en los últimos meses se haya registrado la muerte de al menos 16 personas asociadas con el ‘vapeo’ en Estados Unidos. Este escenario también ha afectado un posible diálogo entre las empresas del sector y las autoridades sanitarias para debatir la legalización del cigarro electrónico en México.
¿Cuál será el futuro para la industria del vapeo y el cigarro electrónico?
El hecho de que varios estudios médicos hayan concluido que la muerte de estos jóvenes no fue causada por productos comercializados en el mercado formal, ya que está regulado, sino por la inhalación de líquidos con contenido de THC, el tetrahidrocannabinol, ingrediente psicoactivo de la marihuana, no ha enfríado el clima contra estos productos.
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“La causa (de la muerte) son la sustancias que utilizaron en sus dispositivos, no el uso de los dispositivos, sino por haber ‘vapeado’ sustancias adulteradas. Hay que tomar en cuenta que durante 10 años estos productos han estado en el mercado a nivel mundial, incluyendo México, y nunca hubo este tipo de episodios súbitos de enfermedad”, señala Roberto Sussman, director de Pro-Vapeo México, una organización sin fines de lucro que busca informar sobre el uso y beneficio de estos productos.
Sussman adiverte que estos casos sólo han sido reportados en Estados Unidos, y no en otros países dónde está regularizado, como en varios de Europa, Asia o Latinoamérica. En el país vecino no todos los estados han legalizado el consumo de la marihuana y en dónde lo es, como California o Colorado, es a partir de los 21 años, por lo que es mucho más fácil que jóvenes consigan estas sustancias adulteradas en el ‘mercado negro’.
El vapeo, como se conoce al hábito de utilizar cigarrillos electrónico, se ha convertido en un gran negocio, con un mercado global proyectado para llegar a 48,000 millones de dólares en 2023, según la firma de investigación de mercados P&S Market Research. El año pasado, el valor era de 11,500 millones.
¿Qué pasa en México?
A pesar de que la comercialización de cigarros electrónicos y líquidos para ‘vapear’ está prohibido en México, existe un mercado 'gris' con más de una veintena de páginas web dedicadas a la venta de estos productos —cuyos precios oscilan entre 60 y 3,000 pesos— y al menos unas 40 tiendas establecidas o improvisadas en la Ciudad de México, de acuerdo con ProVapeo.
La industria tabacalera lleva años buscando abrir un dialogo con la Cofepris para que el uso de este dispositivo y sus derivados sea legalizados, pero hasta el momento no han tenido éxito y los recientes decesos han evaporizado las conversaciones. Para la industria tabacalera, esto abre la puerta a sustancias caseras no reguladas y que representan mayores peligros para la salud.
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A inicios de septiembre el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de la Secretaría de Salud y Bienestar Social lanzó una alerta hacia los riesgos de inhalar cigarrillos electrónicos mencionando los casos 200 casos registrados de enfermos relacionados con enfermedades pulmonares, así como los decesos en Estados Unidos, que aun investiga el Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC por su siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su siglas en inglés) del país vecino.
En seguimiento, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) llevó a cabo un operativo nacional para la búsqueda y aseguramiento de cigarros ilegales y productos similares que han sido identificados en el mercado como cigarros electrónicos, vapeadores, e-cigarretes, cigarro sin humo, piezas de repuestos y otros insumos. Hasta el momento, solo se ha reportado el decomiso de 430 cigarros, pipas y vapeadores en Colima en septiembre.
“La regulación para los cigarros electrónicos es una necesidad inminente, pues el peor escenario es aquel en el que, a partir de una prohibición, los productos de consumo se comercializan sin una regulación sanitaria aplicable y aquellas personas que por alguna razón decidan seguir fumando se quedarían sin una alternativa distinta a los cigarros, cuyos riesgos a la salud son ampliamente conocidos", señala Catalina Betancourt, vicepresidenta de Asuntos Institucionales de Philip Morris México.
La empresa, dueña de marcas como Malboro, busca promover el IQOS, un calentador de tabaco en el país. "Insistimos en un diálogo con las autoridades, enmarcado siempre en el intercambio natural entre una empresa legalmente constituida en México y sus reguladores”, agrega la directiva
Pero la Cofepris, al menos por ahora, ha mantenido su postura en contra de los cigarros electrónicos. En mayo, junto a los Institutos Nacionales de Salud y los hospitales federales, emitió un posicionamiento en contra bajo los argumentos de que no se cuenta con información científica independiente suficiente para documentar la efectividad de estos dispositivos para dejar de fumar, ni se ha demostrado su seguridad a corto y largo plazo. Además, argumenta la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, tampoco se ha documentado la seguridad para los no fumadores expuestos a estos dispositivos.
Las cifras de la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas y Alcohol y Tabaco (Encodat), de 2017, refieren que de los 85.2 millones de habitantes del país que tienen entre 12 y 65 años, 14.9 millones son fumadores actuales –3.8 millones de mujeres, 11.1 millones de hombres—, y de ellos 5.4 millones fuman diariamente y 9.4 millones lo hacen de forma ocasional.
Además, 5 millones de mexicanos han utilizado el cigarro electrónico alguna vez y 975,000 lo consumen actualmente, mientras que más de 937,000 de adolescentes mexicanos han usado en algún momento y 160,000 lo hacen actualmente. Según Provapeo, los adolescentes consumen menos debido a la barrera de precios de estos dispositivos.
“Debe llegar la regulación de estos productos, una regulación racional en México. Si se logra vamos a poder minimizar el riesgo de que sucedan este tipo de episodios en México porque también hay mercado negro y consumo de marihuana”, señala Sussman, director de Pro Vapeo.
¿Un negocio con futuro?
En México se observaba de cerca el comportamiento de este mercado en Estados Unidos, donde los casos de enfermedades han sacudido a una industria que tenía un futuro prometedor.
En el país vecino, 75% de este mercado ya era controlado por Juul Labs, con sede en San Francisco, pero a finales de septiembre anunció el reemplazo de su director ejecutivo, Kevin Burns, y bajó su exposición pública: la empresa anunció que suspenderá toda su comunicación publicitaria y también el cabildeo.
También provocó que las dos compañías de tabaco más grandes del mundo Altria y Philip Morris renunciarán a su planes de fusión. Philip Morris emitió un comunicado en el que indicaba que ambas compañías habían acordado "enfocar sus esfuerzos" en el lanzamiento de su "plataforma de tabaco calentado en Estados Unidos, como parte del interés mutuo para crear un futuro libre de humo de cigarro”.
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La tecnología del IQOS de Philips Morris, que se basa en tabaco calentado, es distinta a la de los vaporizadores, aunque ambos entregan nicotina sin combustión.
“Los productos que calientan tabaco y los cigarros electrónicos comparten una característica: al eliminar la combustión y eliminar el humo tienen el potencial de reducir el riesgo de daño de los adultos fumadores", explica Betancourt. "Sin embargo, son distintos porque mientras unos calientan el tabaco, otros vaporizan una solución con nicotina".
La directiva pone como ejemplo varios países que ya han establecido una regulación diferenciada para cada categoría, o están en proceso de hacerlo, como Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Portugal, Italia, Bulgaria, Rusia o Ucrania.
La compañía enfatiza que si bien el uso de estos dispositivo no está libres de riesgo, si representan una mejor alternativa a seguir consumiendo cigarros para aquellos adultos que de otra manera seguirían fumando.
Con información de AFP