¿Te gusta el color rosa? En octubre es común ver el listón de este color asociado a la concientización del cáncer de mama, porque la Organización Mundial de la Salud impulsa así la detección temprana y el tratamiento de este tipo de tumor, el principal entre las mexicanas y que representa el 15.8% de las muertes por cáncer entre mujeres, según cifras del organismo.
¿Por qué los artículos color rosa son más caros?
Durante octubre, el color rosa en varios artículos sirve para recaudar fondos para asociaciones que se dedican al combate del cáncer de mama. En empresas como Liverpool se destinó el 10% de las ventas de productos en existencia de marcas como Guess –relojes y lentes-, Mido, Reebok, Vogue Eyewear y Teka al combate de este tipo de tumores. Es decir, parte de tu compra –en artículos identificados- ayuda a prevenir y atender este padecimiento.
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Así que una razón para que los artículos rosas sean un poco más caros es que un porcentaje de la venta se destina al apoyo de las labores de las fundaciones y de mercadotecnia, para dar a conocer tanto el apoyo como la concientización de la enfermedad.
Pero ¿qué pasa el resto del año y con otros artículos de este color? “Lamentablemente, la mayoría estas campañas se restringen al mes de octubre y luego muchas marcas se quedan con el color. E stán en toda la libertad de hacerlo, pero genera una asociación no necesariamente consciente en la decisión emocional de una compradora”, dice Juana Ramírez, fundadora y directora general de Grupo Sohin, que brinda atención personalizada a personas con enfermedades crónico degenerativas .
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Ramírez se refiere a que los productos rosas son más costosos que artículos similares de otro color. Por ejemplo, en Walmart, una máquina para afeitar Gillette Mach 3 cuesta 110 pesos, mientras que un producto similar para mujer de la marca Gillette Venus cuesta 132 pesos.
“En general, es un 17% más caro los productos rosas contra los productos que están destinados a los hombres (…) ahí hay una trampa mercadológica muy complicada”, agrega Ramírez. Al respecto, organismos para la defensa del consumidor en Estados Unidos, Francia y otros países detectan los sobreprecios en productos destinados a las consumidoras y lo consideran una práctica discriminatoria.
“La totalidad de los recursos se puede perder o desviar en el propósito de dar a conocer la campaña y no tanto de que lleguen a las fundaciones. Todo eso cuesta y es parte de porqué pueden aumentar los precios de los productos pero al final tienen un propósito social”, señala Eve Faure, especialista de la Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle.
Pero el sobrecosto en los artículos rosas no es algo que pueda soportar fácilmente el bolsillo de las consumidoras pues según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México la brecha salarial entre hombres y mujeres es desfavorable en 14% para las trabajadoras, país donde además se tiene el menor salario promedio de 35 países analizados con 16,298 dólares al año. Eso sin contar los trabajos por los que las mujeres no reciben un pago.
“Las mujeres tienen actividades no remuneradas. Aunque ambos trabajan ocho horas al día, la mujer dedica más tiempo a las labores domésticas y al cuidado de personas menores de cinco años y adultos mayores”, dice Rolando Silva, presidente de la Comisión de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México.
Así que ya lo sabes, para que tu próxima compra sea plenamente consciente, revisa el precio del producto rosa de tu elección contra uno similar de otro color porque tu compra puede tener un impacto social benéfico o solo afectar tu bolsillo.