La petrolera estatal Pemex más que duplicó las ventas de crudo ligero durante febrero, en momentos en que las mezclas más pesadas y sucias de la compañía pierden valor en el mercado internacional.
La empresa redujo la elaboración de gasolinas en su sistema de refinerías, un signo de que pudo preferir exportar sus mezclas más ligeras, en lugar de procesarla en sus plantas.
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La administración de Andrés Manuel López Obrador ha apostado a aumentar la producción de crudo y la refinación de más gasolinas por parte de Pemex. Pero esta intención no se vio materializada en febrero.
La empresa que dirige Octavio Romero Oropeza incrementó en 114% la exportación de su mezcla Istmo en el segundo mes del año, al pasar de 48,000 a 110,00 barriles promedio diario, según cifras de la compañía. A pesar de este aumento, redujo en 25.9% anual sus exportaciones totales al pasar de 1.47 a 1.09 millones de barriles promedio diario.
La empresa, que reinició apenas en diciembre pasado la venta del petróleo Istmo para exportación tras más de un año sin comercializarlo al exterior, colocó menos de su crudo más pesado y sucio, la mezcla Maya, con 990,000 barriles frente a los 1.21 millones de enero de este año.
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Los crudos ligeros tienen un mejor valor de venta que los pesados en los mercados internacionales, aunque en febrero Pemex vendió en 49.75 dólares los barriles de su mezcla Istmo, frente a los 48.90 dólares de los Maya, una diferencia de menos de un dólar, y su valor más bajo al menos desde 2018. El margen de diferencia entre ambas mezclas era de casi 4 dólares por barril entre diciembre y enero.
Los datos para febrero aún no reflejan la ruptura entre Rusia y Araba Saudita que a inicios de marzo tumbaron los mercados energéticos, complicado más la venta de los crudos pesados y sucios de Pemex en el mercado.
El valor de las exportaciones de crudo de Pemex sufrió una caída del 23.8% mensual entre enero y febrero, al sumar 1,539 millones de dólares (mdd).
La refinación de gasolinas también registró una importante caída de 17.5%, al pasar de 198,700 a 163,900 barriles promedio diario entre enero y febrero, y una baja de 24.5% anual comparado con el mismo mes pero de 2018. Las importaciones de combustibles Magna y Premium se mantuvo casi sin cambios en términos mensuales, al cerrar en 448,700 barriles promedio diario en febrero.
La caída de la refinación puede deberse a este aumento en las exportaciones de crudo ligero, que durante los últimos meses había usado la compañía para mejorar sus procesos para elaborar petrolíferos como gasolinas, turbosina o diésel.
