Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dijo en entrevista que, hasta el viernes, 11 de los 12 asociados habían notificado el cierre de plantas, tras la falta de componentes provenientes de Asia y Europa, la estrepitosa caída en la demanda por parte de los mercados de exportación y para reducir el riesgo de contagio entre los empleados.
Entre todos los fabricantes de vehículos que operan plantas en México, solo Kia, que no paró operaciones durante marzo, y Mazda, que lo hizo a partir del día 25, reportaron números positivos. La producción de la marca surcoreana creció 11.1%, mientras que la producción de la japonesa subió 15.2%, comparado con marzo de 2019.
México tiene una capacidad instalada para fabricar hasta 5 millones de vehículos y en 2019 el país ensambló 3.75 millones. Es decir el 75% de la capacidad instalada. Cuevas calculó que se requiere una producción mínima de 3.5 millones de unidades —el 70% de la capacidad instalada— para poder mantener números negros.
Con un menor volumen, las plantas no tendrían liquidez para absorber sus costos fijos, como pagos de nómina, servicios, mantenimiento y seguridad, y tendrían que empezar a recortar gastos.
Ante un posible escenario de despidos en las plantas, Cuevas dijo que el sector solicitó al gobierno federal incorporar a los operadores desplazados a los programas de asistencia social.
“Nuestra idea es que los operadores que tenían un empleo formal, y que por la crisis lo pudieran perder, sean incorporados a los programas de asistencia social que el gobierno ya tiene en marcha”, dijo Cuevas. “De esta forma podrían sobrellevar esta temporada sin entrar a la economía informal, y posteriormente, cuando la industria y la economía retomen su paso podrían ser nuevamente reincorporados”, añadió.
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Durante el primer trimestre del año, el sector ensambló 908,393 vehículos, 8.6% menos que en el mismo periodo de 2019. La mayoría de los fabricantes esperaban reanudar las operaciones en la primera semana de abril, no obstante, han prolongado los paros luego de que la producción de vehículos no entró en la lista de actividades esenciales, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 31 de marzo.