México está a punto de llegar al pico más alto de contagios de COVID-19, prevista para la segunda semana de mayo, ocupando la segunda posición en el índice global de obesidad, uno de los factores que complican la evolución de la enfermedad respiratoria.
Los fabricantes de alimentos piden al gobierno aplazar nueva norma de etiquetado
Durante la conferencia vespertina, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dijo que “la mala alimentación” ha sido la causa de que los mexicanos desarrollen obesidad, hipertensión y diabetes, enfermedades causantes de la mitad de las muertes que ocurren en México cada año, desde hace 12 años, y que ahora han elevado el número de decesos por COVID-19 entre las personas de 35 a 55 años.
“Un elemento que preocupa en México, a diferencia de los países europeos, es que tenemos una importante proporción de adultos jóvenes que llegan a complicaciones debido a que tienen una o más de estas alteraciones, la más frecuente es la obesidad, pero también diabetes e hipertensión, las cuales están asociadas con la mala alimentación, particularmente derivada del exceso en el consumo de sal, azúcares, grasas y calorías”, dijo.
López-Gatell detalló que el problema es que una nutrición adecuada no siempre depende de “lo que queramos comer” sino de la oferta. “Y en México hay una excesiva oferta de estos productos industrializados con exceso de sal, azúcares, grasas y calorías”, añadió.
Por ello, a finales de marzo el gobierno endureció la norma de etiquetado frontal de los alimentos y bebidas industrializados: a partir de 2021 los alimentos y bebidas no alcohólicas pre envasados, que contengan uno o más sellos de advertencia de grasas saturadas, azúcares altas o edulcorantes, no podrán tener personajes infantiles en las etiquetas, ni incluir elementos interactivos para niños que inciten su consumo en exceso.
Pero el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) hizo un llamado al gobierno federal para detener la implementación del nuevo etiquetado frontal, cuya primera fase inicia en octubre, argumentando que “genera una presión adicional” a la industria de alimentos y bebidas en medio de la crisis económica que ha generado la pandemia.
Jaime Zabludovsky, quien preside el organismo que representa a Arca Continental, Alpura y Bimbo, entre otras empresas, dijo que en medio de la crisis sanitaria resulta oneroso implementar los cambios y cumplir con la fecha de entrada en vigor de la NOM-051, que regula el etiquetado, dentro de la Ley General de Salud.
El representante de 43 empresas del sector de alimentos y bebidas detalló que son cerca de 800,000 productos los que requieren las nuevas etiquetas, trabajo que necesita del apoyo de nutriólogos, ingenieros en alimentos, diseñadores e imprentas, que actualmente no están en operación a causa de la cuarentena.
“Proponemos que se posponga la entrada a vigor de la actualización a la norma de etiquetado, y que se haga rápida y oportunamente. Esta industria es una de las más importantes del país, motor del mercado interno y clave en la emergencia sanitaria y uno de los retos inmediatos que enfrentaremos es incentivar el consumo”, dijo Zabludovsky, durante la videoconferencia “El Papel en las Cadenas Comerciales en la Atención de la Crisis” organizada por el Consejo Coordinador Empresarial.
Garantizar el abasto, el otro reto
Zabludovsky añadió que las empresas han garantizado el abastecimiento después de las compras de pánico; no obstante, enfrentan el desafío de asegurar la disponibilidad de productos a costos asequibles, lo que requiere esfuerzos para mantener la producción y la distribución.
“La crisis está generando presiones. Como en otros sectores, nuestra industria está muy integrada globalmente por lo que la depreciación del tipo de cambio está presionando nuestra estructura de costos”, dijo el presidente de ConMéxico.
Por otra parte, llamó a autoridades de todos los órdenes de gobierno a considerar todas las actividades que integran sus cadenas de suministro como esenciales, entre ellas las relacionadas con el sector logístico y de empaques. Añadió que se requiere una definición de clara y exhaustiva respecto a las actividades que son consideradas esenciales en el país.
“Algunas autoridades locales decidieron limitar la venta de algunas de nuestras categorías argumentando que no son esenciales y es urgente desactivar esta amenaza dejando claro que todos los alimentos, bebidas y productos agroalimentarios son por igual productos esenciales”, enfatizó.