“Pemex estima que la baja en el precio del petróleo crudo, la disminución en la actividad económica provocada por la pandemia del COVID-19 y la volatilidad de los tipos de cambio incrementen su déficit de balance financiero presupuestal en 30,000 mdp por el ejercicio 2020”, dice el reporte de la auditoría independiente de KPMG.
Este aumento presionará aún más las cuentas de la endeudada petrolera, que deberá hacer frente a pagos de deuda por 211,500 mdp para este año, sin contar los intereses, apunta la auditoría de la consultora.
"El efecto combinado de los eventos arriba mencionados, indican la existencia de duda sustancial sobre la capacidad de Pemex para continuar como negocio en marcha", dice el reporte.
La empresa lleva años sumando este saldo negativo y los auditores han puesto en duda la viabilidad de la empresa desde hace tiempo, justo por arrastrar estas cifras negativas, aunque este año agregaron estos riesgos globales a la evaluación de sus finanzas.
Los auditores recuerdan en su análisis que la petrolera tiene autorizado un déficit presupuestal de 62,623.5 mdp como parte de la Ley de Egresos de la Federación 2020, y que este incremento excluye los pagos que de deuda que deberá realizar en los próximos meses de 211,491.6 mdp.
La compañía que dirige Octavio Romero Oropeza acumula además un déficit que se compone de las pérdidas netas que tuvo a finales del año, y que para 2019 alcanzó los 1.97 billones de pesos, al sumarse las pérdidas netas del año pasado, de 347,289 mdp, con el acumulado que dejó 2018, de 1.93 billones de pesos.
La petrolera rectificó y aumentó el monto de sus pérdidas netas del año pasado, que en el reporte no auditado presentado a inicios del año, cerró en 346,195 mdp.
La deuda, el mayor y último recurso
Pemex enlista en el documento una serie de fuentes de liquidez que le permitirán sortear sus necesidades para este año, aunque la mayoría se refieren a la adquisición de deuda.