La compañía hotelera Wyndham pospondrá una tercera parte de las inversiones que tenía proyectadas para el mercado mexicano durante 2020, pasando de 150 millones de dólares (mdd) a 100 mdd para este año y 50 mdd para el siguiente, un monto que se vio afectado por el retraso de algunas aperturas por la pandemia de COVID-19.
Wyndham aplazará parte de sus inversiones y aperturas hoteleras para 2021
Eduardo Cruz del Río, vicepresidente de operaciones de Wyndham para Latinoamérica y el Caribe, explica que Wyndham Grand Condesa y Esplendor Condesa, ambos en el mismo complejo de la Ciudad de México, comenzarán a operar en marzo de 2021, siete meses después de lo planeado, ya que su construcción se detuvo por el brote de coronavirus.
“La buena noticia es que no se cancela el crecimiento. En algunos casos sí se pospone y, desafortunadamente para nosotros, algunos proyectos se arrastran hasta el año que entra, pero es una realidad que tenemos que enfrentar”, dice el directivo.
Entre los complejos que abrirán este año, destaca la marca Ramada en Acapulco (que ya está en operación); Ramada Encore Apodaca, en Monterrey; Wyndham Puebla, Wyndham Garden Saltillo, La Quinta Los Cabos y Travelodge, en Ciudad Obregón, Sonora.
La pandemia también arrasó con los niveles de ocupación de la compañía. Mientras 2019 cerró con un promedio de 62%, a raíz de la pandemia este índice cayó a un umbral de entre 20% y 25% en los 24 hoteles que se mantuvieron en operación, de un total de 55 que la firma tiene en el país. No obstante, Cruz del Río considera que aún hay margen para recuperarse, pues prevé que la mayoría de los complejos estén abiertos para junio.
"No sé si estoy siendo muy positivo, pero ojalá podamos llegar recuperar a esos niveles de 60% en términos de ocupación, siendo que nos quedan siete meses del año”.
Estos índices también mermarán en los ingresos de la compañía, que preveía un crecimiento de su flujo operativo (o Ebitda) de 6% para este año, ya que aunado a los niveles de ocupación hotelera se encuentra una probable guerra de precios que llevará a tarifas más bajas una vez que el mercado comience a reactivarse.
“En un principio se tendrá que salir con tarifas agresivas, va a haber una etapa de escalada que vamos a tener que enfrentar todos (…). Pero tras los tres primeros meses, creo que podremos empezar a tener un cierto grado de normalidad en cuanto al tipo de tarifas que se ofrecen”, señala.
Por lo pronto, la firma saldrá con precios 30% por debajo de sus tarifas públicas para las reservaciones que está comenzando a captar, de manera general para alojamientos a partir de agosto, pero principalmente desde noviembre, en destinos como Playa del Carmen y el Caribe.
“La hotelería es un negocio a largo plazo. Esta cuestión (el COVID-19) no estaba calculada, pero estamos acostumbrados a enfrentar este tipo de situaciones, ya sean cuestiones climáticas, vaivenes de la economía o sociales. Con una visión de largo plazo, la hotelería siempre seguirá siendo un negocio rentable”, concluye.