Aunque las ventas de SUV mantuvieron crecimientos constantes en años pasados, este año se han empezado a estabilizar. Incluso, durante marzo y abril perdieron participación de mercado frente a los modelos compactos, que por ahora son percibidos como una inversión “menos riesgosa” por algunos consumidores mexicanos, en tanto que son más asequibles que los SUV.
Mientras que en el primer cuatrimestre de 2019, los SUV representaron 27.1% de los modelos vendidos, en el mismo periodo de este año representaron el 26.4%. En contraste, los compactos, que fueron el 20.6% de los vehículos vendidos en el primer cuatrimestre de 2019, en este año representaron el 21.5%, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
“Yo tengo la teoría de que hacia la segunda mitad del año habrá un boom en la demanda de los coches más pequeños, de 200,000 y hasta 400,000 pesos, que son justo los rangos de precio en donde se mueven Versa y Sentra”, dice José Román, presidente y director general de Nissan Mexicana.
La marca japonesa ha dado un segundo aire a sus sedanes de entrada, para atraer a nuevos clientes, dotándolos de mayor seguridad y equipamiento.
La nueva generación de Versa, presentada en el mercado mexicano en octubre de 2019, cuenta con seis bolsas de aire, sistema de frenado antibloqueo y distribución electrónica de frenado. En su versión tope de gama, el Versa renovado cuenta con asientos en piel, pantalla de siete pulgadas a color, con reconocimiento de voz y compatibilidad Android Auto y Apple Carplay, un sistema de navegación y un sistema de audio con seis bocinas. A mediados de año, Nissan traerá al mercado mexicano un Sentra renovado.
“Los autos pequeños de menor costo siguen siendo relevantes en el mercado. Y ahora, más que nunca, nos estamos concentrando en ofrecer un producto mucho más fuerte y una experiencia de propiedad mucho mejor en este segmento", dice Román.
Nissan no es el único fabricante que ha decidido actualizar su sedán de entrada. Volkswagen también está reforzando su oferta con la llegada de Virtus. Este sedán subcompacto de manufactura brasileña es la apuesta de la marca para atender al segmento que se mueve entre Vento y Jetta, es decir entre los 275 mil y los 300 mil pesos.
General Motors, por su parte, también lanzó a principios de año el modelo Onix, de manufactura mexicana, como su nueva apuesta para competir en el segmento de los sedanes subcompactos. El modelo cuenta con seis bolsas de aire, frenos ABS, asistente de frenado, cámara de visión trasera y asistencia para estacionarse en reversa. Algunas versiones cuentan con una pantalla de siete pulgadas, conexión bluetooth para dos teléfonos de manera simultánea, puertos USB y cargador inalámbrico.
“Las nuevas generaciones ya buscan otras cosas en el segmento. Ya no es tanto el performance o el diseño del carro, que era lo que le interesaba a la generación X. A los millennials les puedes decir ‘tiene menos caballos’ y ellos dicen: está bien, no me afecta, siempre y cuando pueda conectar mi teléfono”, dice Gerardo San Román, presidente de JATO Dynamics para América Latina. “Antes los clientes solo encontraban toda esta tecnología en los crossovers, SUV y en algunos subcompactos como el Kia Rio, pero con la llegada de sedanes más equipados, este segmento está volviendo a ser atractivo para los consumidores jóvenes”, añade.