Expansión: ¿En qué consiste el programa para el COVID-19 que ha desarrollado su empresa?
Andrey Zarur: El programa del COVID arrancó prácticamente hace mes y medio, y tiene dos facetas. La primera es introducir una serie de nuevos candidatos, o sea, nuevas formulaciones, para poder prevenir la infección de COVID-19. Hay más de 150 empresas desarrollando diferentes vacunas contra el COVID-19, y dentro de ese grupo, hay aproximadamente 10 compañías que están enfocadas en utilizar ácido ribonucleico como vacuna. Nosotros pertenecemos a esa categoría.
Decidimos empezar con nuestra propia formulación, digamos que como respaldo a las formulaciones que ya se encuentran en pruebas químicas. Hoy en día, hay una empresa aquí en Estados Unidos, que se llama Moderna, que tiene ya una molécula basada en ácido ribonucleico que está en fase 2 de pruebas químicas. Es la vacuna más avanzada dentro de la categoría de ácido ribonucleico. Nuestro candidato a vacuna es diferente que el de Moderna. Digamos que la estamos utilizando como un plan B en el caso de que, para cuando la vacuna de Moderna sea aprobada, el virus haya mutado de forma significativa y la vacuna de Moderna no sea tan eficiente como esperamos. Si éste fuera el caso, las moléculas que está desarrollando Greenlight serían el plan B, el respaldo. Estas moléculas nuestras están ahora siendo probadas en animales, y los resultados hasta el momento han sido extremadamente exitosos.
Por otra parte, el otro compromiso que tiene Greenlight es el de poner nuestra plataforma de manufactura a la disposición de la industria farmacéutica en general. La ventaja que tiene Greenlight es que podemos manufacturar productos basados en ácido ribonucleico de forma muchísimo más barata, con órdenes de magnitud de miles de veces más barato, que otras empresas. Y por las mismas cualidades de nuestra plataforma, también podemos desarrollar muchísimas más dosis que las que se pueden fabricar con otras tecnologías. Entonces, nuestro compromiso con la industria es poder llegar a producir las miles de millones de dosis que se van a requerir para combatir el COVID-19, y hacerlo de manera que el precio de cada una de estas dosis sea accesible a cada uno de los habitantes de nuestro planeta.
¿Por qué su plataforma de manufactura es más barata?
Nuestra plataforma está basada en un proceso biológico natura. Nosotros fabricamos el ácido ribonucleico en una forma muy parecida a como se fabrica en la Naturaleza. El ácido ribonucleico es una molécula natural, que existe en cada uno de nosotros, en todos los seres vivos, y la plataforma que ha desarrollado Greenlight está prácticamente inspirada y guiada por los procesos naturales que existen para llevar a cabo la manufactura de ácido ribonucleico.
En contraste con esto, todas las demás empresas que trabajan en ácido ribonucleico lo reproducen de manera química, a base de una serie de reacciones de química orgánica que realmente no son tan parecidas a la manera en que lo hace la Naturaleza. Por lo tanto los resultados no son de tan alta calidad y se requieren una serie de pasos de purificación y unas materias primas que son muy escasas y muy caras. En cambio, nosotros utilizamos como materia prima básicamente azúcar, que alimenta las células que después fabrican el ácido ribonucleico que nosotros empleamos.
¿Es este proceso el que ponen a disposición de otras compañías?
Correcto. Si la vacuna (de ácido ribonucleico) que desarrolle cualquiera de las otras empresas funciona, y continúa funcionando a pesar de las mutaciones que pudiera sufrir el virus, entonces nosotros pondríamos nuestra plataforma a disponibilidad de esas empresas, para que pudiéramos manufacturar juntos los miles de millones de dosis que se requieren.
Por otra parte, si esos candidatos no funcionaran, por las mutaciones que está sufriendo el virus, entonces a lo mejor uno de nuestros candidatos, que como dije los estamos planteando como “suplentes”, podría llegar a funcionar. La otra ventaja de nuestra plataforma es la rapidez con la que podemos desarrollar secuencias nuevas. Entonces, en cuanto veamos una mutación nueva en el genoma del virus, podemos incorporar esa mutación en el diseño de nuestra vacuna.
¿De verdad tendremos vacuna en 2021 o estamos siendo demasiado optimistas?
Yo creo que sí. Yo creo que para el Día de Acción de Gracias, que es a finales de octubre, tendremos suficientes datos para decidir cuáles son los candidatos de vacunas que funcionan, y para la primera mitad de 2021 vamos a tener alguna vacuna aprobada.
Pero eso es muy diferente a que esa vacuna se encuentre disponible en todos los rincones del planeta. En mi opinión, ese es el problema grave que tenemos que resolver en conjunto. Generar una vacuna realmente no es una cosa tan difícil, lo que va a ser difícil es que para poder vencer realmente al coronavirus, vamos a tener que producir 7,000 millones de dosis de esta vacuna, tenemos que vacunar a cada uno de los habitantes de nuestro planeta. Ahí es donde veo yo el gran reto para la humanidad, en trabajar juntos para poder producir todos estos de miles de millones de dosis.