Ricardo Larrea, director de Operaciones y Desarrollo Inmobiliario de Cinemex, destacó varios datos en los que se fundamenta su optimismo: México es el cuarto país en asistencia al cine en el mundo; su empresa apenas ha cerrado tres cines, de 352, debido a la actual situación; e incluso han surgido oportunidades de negocio antes olvidadas como los autocines, de los que la compañía acaba de abrir uno en Guadalajara.
El arte de crear y distribuir contenidos tras la pandemia | #CómoReactivarMéxico
"La industria de la exhibición, tal cual, no va a cambiar. Lo que ha pasado con las ventanas de exhibición —el margen de tiempo que los cines tienen para mostrar una película en exclusiva antes de que salga en streaming o DVD, y que varias distribuidoras no han respetado en la pandemia, lanzando algunos filmes directamente en pago por visión— son cosas del momento, donde cada cual está lidiando como puede con esta tormenta. Pero la industria no va a cambiar, más allá de meter protocolos de seguridad y sanitización. No hay nada como ver una película en el cine", afirmó.
El directivo admitió que la caída en ingresos este año puede rondar el 60%, pero agregó que Cinemex ya ha abierto 19 complejos en cinco estados. El enfoque ha estado puesto en establecer protocolos para lograr que el público se sienta seguro en el regreso a las salas. "Estamos capacitando a todos los empleados para que sepan qué tienen que hacer, cómo lo tienen que hacer, la parte de las mascarillas, higiene, satinización de las salas... En promedio, estamos abriendo las salas al 30% o 50% de capacidad, para cumplir con las reglas de la sana distancia, y sacamos un certificado que hace que toda nuestra cadena de suministro venga completamente sanitizada y libre de cualquier contaminante. Los menús de las salas platino ni siquiera los tendrás que agarrar: escaneas un QR y te sale el menú digitalmente. Por los protocolos, será mucho más seguro ir al cine que ir al supermercado", aseguró.
Fernando de Fuentes, presidente de Canacine y fundador de Ánima Estudios, coincidió en que el sector, en el mediano plazo, regresará a su situación anterior. "A pesar del DVD, del streaming, el cine ha seguido creciendo. Son ritos distintos, son experiencias distintas, y creo que eso no va a cambiar". En el corto plazo, sin embargo, la industria cinematográfica —de la que dependen 225,000 personas— tendrá que adaptarse.
2020 será un año para el olvido: 45 producciones están detenidas, un 40% del récord con el que cerró México el año pasado, "y la afectación va a ser terrible, sin duda", reconoció el representante sectorial. Pero como dice el cliché, las crisis son también una oportunidad, y De Fuentes consideró que "hay una oportunidad de oro para convertir a México en una potencia audiovisual en la región. Hay países, como Colombia, que nos están ganando la partida en cuanto a estímulos gubernamentales para atraer inversión extranjera, y es el momento de ponerse a trabajar en ese sentido".