Hoy, una cuarta parte del total de los modelos vendidos en México son de este tipo, debido a que son percibidos como modelos todo terreno ーpor la altura, la tracción en las cuatro ruedas y el frente prominenteー, pero con todos los elementos de confort para usarse como un vehículo para el día a día.
Aunque los SUV comenzaron a popularizarse en los años 90 para cubrir una necesidad de aquellos conductores que demandaban un automóvil robusto y cómodo, el furor por este tipo de carrocerías inició cuando la caída en el precio del petróleo en 2014 abarató la gasolina en Estados Unidos y quitó presión al bolsillo de los consumidores. Pronto la tendencia se extendió al resto del mundo y hoy estos modelos representan un tercio de las ventas globales.
Recomendamos:
Hasta antes de la pandemia, los SUV habían ido ganado participación en el mercado mexicano: en 2017, este tipo de modelos representó el 21.5% de las ventas totales de vehículos nuevos; en 2018, el 23.8%, y en 2019, el 26.5%, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
A diferencia del mercado estadounidense, donde los SUV más vendidos son los medianos, con capacidad para transportar hasta siete pasajeros, en México, la mayor parte de las ventas provienen de los denominados subcompactos o 'B' y de los compactos o 'C', diseñados para transportar a cinco pasajeros, aunque algunos modelos ofrecen versiones con una tercera fila de asientos abatible que permite acomodar a más pasajeros.
Contrario a lo que ocurre en el segmento de los sedanes subcompactos, donde los modelos más económicos son también los más vendidos, en los SUV el volumen de ventas no es directamente proporcional al precio de las etiquetas. El modelo que encabeza la lista es el Honda CR-V, un SUV compacto cuya versión de entrada arranca en 489,900 pesos. Le sigue el Toyota RAV4, cuya etiqueta de precio inicia en 443,500 pesos.