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El gran sueño generador de la CFE se tropieza con la crisis

La cancelación de cuatro licitaciones muestra los problemas de la empresa para impulsar proyectos, afirman empresas y expertos del sector, aunque la eléctrica busca un nuevo modelo.
jue 23 julio 2020 05:00 AM
Turbine generator in power plant with twilight
La creciente demanda eléctrica en el país va a requerir de 66,912 MW de capacidad adicional entre 2018-2032, lo que representa una inversión de 1.7 billones de pesos.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha tenido que regresar varios pasos atrás para volver a impulsar su objetivo de convertirse de nuevo en el gran constructor de proyectos de generación eléctrica, una de las metas por las que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió cancelar las subastas de largo plazo de la administración pasada.

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Pero la eléctrica nacional ha encontrado un pequeño alivio en la crisis económica que le permite replantear su modelo, aunque sin dejar claro cómo logrará que llegue la inversión suficiente para cubrir una demanda que en 2032 puede requerir costos de 1.7 billones de pesos, dicen empresas y expertos del sector.

La firma que dirige Manuel Bartlett canceló cuatro licitaciones de centrales de generación eléctrica la semana pasada , en un proceso con meses de trabajo, y que implicaban un plan de una serie de proyectos para regresar a CFE al control del proceso de construcción y financiamiento de nueva capacidad de generación.

“Derivado de la crisis y de los efectos dentro de la productividad y la economía mundial que ha generado la pandemia por COVID-19, que también ha impactado nuestra nación, así como para cumplir con la política gubernamental de no endeudamiento del país a fin de optimizar los recursos económicos, la Comisión Federal de Electricidad ha determinado que no existen las condiciones necesarias para continuar con el desarrollo del Concurso Abierto Internacional”, dijo CFE dentro de los avisos de cancelación.

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La estatal ahora pretende presentar un nuevo esquema para financiar la construcción de cinco centrales, y adquirir otras “estratégicas”, a través de la creación de un fideicomiso.

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“La implementación del esquema de autofinanciamiento se da para realizar la inversión productiva para la CFE a través de las utilidades acumuladas y futuras de CFEnergía y recursos de capital de emisiones de la CFE Fibra E, para financiar la construcción o compra de nuevas centrales eléctricas”, dijo la empresa este martes, en un comunicado sobre los acuerdos aprobados por su Consejo de Administración.

La empresa no dio detalles sobre las plantas a licitar, comprar o cómo funcionará este fideicomiso, pero implica que el proceso de construir una nueva central va a retrasarse.

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“Lo que realmente la Comisión hizo fue un cambio en la modalidad. En lugar de ser proyectos de tipo Pidiregas (Proyectos de Inversión Diferidos en el Gasto Público), las plantas van a ser estructuradas de una manera diferente. Todavía no me queda claro cómo. Pero ya se anunció un paquete bastante importante de plantas en diferentes regiones”, dice José Aparicio, presidente y director general de Siemens Energy México.

La empresa participaba en los concursos para construir las centrales de Salamanca, Guanajuato y San Luis Potosí, ambas de ciclo combinado, canceladas la semana pasada. El gobierno ahora propone cinco nuevas y, aunque no dio detalles, Siemens prevé que no se liciten por ahora estos proyectos.

“Si bien hay algo de retraso, también hay una claridad de que hay una serie de proyectos, de dónde se van a construir esos proyectos, y que están en las áreas de demanda, son áreas que requieren refuerzo como en Baja California, Yucatán (…) desde el punto de vista hay que ajustarse a esas nueva necesidades porque estábamos enfocados al de Salamanca y San Luis (Potosí)”, dice Aparicio.

La cancelación retrasa también las necesidades de generación eléctrica del país, aunque la crisis económica, y la intención de la CFE por rehabilitar centrales más viejas le da más espacio para retrasar estas decisiones.

“En mayo de 2019, Rocío Nahle (secretaría de Energía) dijo que faltaban 24,600 MW de generación eléctrica nuevos. Ahora con los que se juntaron en 2 años, esa cifra debe rondar los 30,000 MW”, dijo una fuente empresarial que participaba en esos procesos cancelados, y que habló en condición de anonimato.

Esta decisión abona a la incertidumbre que vive el sector que además lidia con las medidas y cambios regulatorios del gobierno sobre el sector de las renovables, dice la fuente

“Y aquí falta hablar de la inversión en la transmisión. Ahí no se ha dicho nada, y hacen falta otros 50,000 millones de dólares”, dice la fuente.

La creciente demanda eléctrica en el país va a requerir de 66,912 MW de capacidad adicional entre 2018-2032, lo que representa una inversión de 1.7 billones de pesos, según cifras de la Secretaría de Energía, durante la anterior administración.

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Pasos atrás

La CFE esperaba usar el esquema de Proyectos de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público (Pidiregas) donde la empresa estatal emitía deuda a largo plazo que se pagaba con los ingresos a recibir por la operación de estas centrales, y que usó desde los años 90.

Pero la iniciativa privada había asumido el papel de la construcción de la nueva carga de generación eléctrica casi en exclusiva en los últimos años, sobre todo con las subastas de largo plazo y las energías renovables, así como contratos de CFE para suministrar el gas natural para que los privados construyeran centrales de ciclo combinado, y vendieran su electricidad a la compañía.

La Comisión quería retomar este papel de un gran constructor de generación eléctrica, pero la pandemia de coronavirus supone un obstáculo para este plan.

“Para que la oferta de generación tenga sentido económico, requerimos que haya una demanda e, irremediablemente, la demanda va a estar aminorada y disminuida por la cuestión económica”, dice Armando Llamas, catedrático del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Aunque la cancelación de este tipo de proyectos también implica que CFE deba depender aún más de centrales viejas que usan combustibles más caros como el combustóleo o diésel, afirma el especialista.

“Las viejas plantas son de CFE, no de sus contratistas ni las subastas. Ahora a esas cafeteras vas a querer extenderlas en la vida útil lo cual es mala noticia porque son muy caras y muy sucias”, dice un exregulador energético que habló bajo condición de anonimato.

Estos retrasos también se dan por la insistencia de la eléctrica nacional de mantener su cuota de mercado en la generación eléctrica, pero al mismo tiempo, el gobierno carece de los recursos para impulsar esta posición, donde además, no se quiere recurrir a la deuda, dejando menos opciones a la compañía, dice la fuente.

CFE quiere mantener el control sobre el 54% de la generación eléctrica del país, mientras el Estado, a través de la compañía, mantiene el monopolio legal sobre las líneas de transmisión.

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