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Los permisos de autoabasto se otorgaban bajo la legislación anterior a la reforma energética y permitían que empresas privadas se asociaran para construir centrales de generación eléctrica que, usando la red de transmisión de CFE, pudieran suministrar energía a sus socios. Estos permisos preveían que pudieran unirse más participantes al permiso, y así gozar de esa generación. Ahora, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) busca prohibir que este tipo de plantas pueda agregar a nuevos socios.
“Para los titulares de permisos de centrales de generación de autoabasto otorgados por la CRE, esta modificación implica la imposibilidad de entregar energía a nuevos socios autobastecidos, con los consecuentes costos y pérdidas derivados del incumplimiento de contratos, y la imposibilidad de llevar a cabo planes de expansión”, dice IEnova en una opinión enviada a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer).
IEnova considera que, debido al impacto de estas modificaciones, la Conamer debe abrir el análisis del anteproyecto a una consulta pública en su sistema. El regulador sectorial pidió a la Comisión eximirla de este escrutinio, que además la obligará a presentar un análisis más detallado sobre la propuesta y a contestar a las dudas y críticas de las personas que formen parte de la consulta.
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La empresa tiene una central de ciclo combinado –impulsada por gas natural- en el modelo de exportación, uno de los esquemas que se verán afectados por estos cambios, en Baja California, bajo el nombre de Termoeléctrica Mexicali. La planta tiene una capacidad de 680 MW, según cifras de la Secretaría de Energía en 2018. También cuenta con un permiso de autoabasto bajo el nombre de Energía Costa Azul, con tecnología de turbogas, también en Baja California, según Sener.