Desde el inicio de su administración, el gobierno mexicano ha emprendido una serie de acciones para devolver a la CFE y a Pemex su protagonismo en el mercado.
Los congresistas de EU reprocharon la puesta en marcha de estas acciones. Entre las que se encuentran: el memorándum que hace unos meses envío el presidente a los reguladores para favorecer a Pemex y CFE haciendo uso del marco jurídico actual y los planes de Morena para enviar algunas reformas que modifiquen el marco jurídico actual del sector.
“Estos esfuerzos violan y contradicen el espíritu, si no la letra, del T-MEC, acuerdo entre cuyos principales objetivos se encuentra promover el crecimiento entre los países participantes (...). Nos preocupa profundamente que estas acciones demuestren un patrón de obstrucción”, dice la misiva.
En la carta los legisladores instan al presidente Donald Trump a encontrar una solución que proteja las inversiones que empresas estadounidenses hicieron en territorio mexicano tras la apertura del mercado energético.
Esta no es la primera vez que un gobierno extranjero critica las medidas que ha emprendido la administración federal en el sector.
En mayo pasado los gobiernos de Canadá y de algunos países de la Unión Europea enviaron una carta a Rocío Nahle , titular de la Secretaría de Energía, en la que muestran su preocupación por los cambios regulatorios hechos en el mercado eléctrico, que dificulta la operación de empresas de energía renovable.
Un mes después, en junio, la asociación Americana de Manufactura en Combustibles y Petroquímica y el Instituto Americano del Petróleo también enviaron misivas al gobierno estadounidense, en las cuales aseguraban que las acciones del gobierno mexicano ponían en riesgo la viabilidad de sus inversiones del país e iban en contra de lo establecido en el acuerdo comercial con México.
Participantes del sector prevén una ola de procesos de arbitraje internacional como resultado de las últimas medidas para devolver su poder de mercado a las dos empresas estatales.