La lenta recuperación de la demanda en algunos sectores como el automotriz y de hidrocarburos, ha llevado a las empresas y a sus proveedores a implementar estrategias enfocadas a maximizar la liquidez y la reducción de costos, pero también para diversificar sus ingresos.
El control de la vibración como vía para reactivar la industria del mecanizado
Francisco Barnés, socio de la firma consultora Bain&Company, asegura que las situaciones de crisis son momentos para que las empresas echen a andar programas de mejora operativa e incluso generar inversiones en el corto plazo que favorezcan su competitividad. “No ha habido crisis económica en la que no se hayan podido capitalizar oportunidades”, afirma.
Es el caso de Procesos Industriales Rymsa, empresa mexicana de mecanizado e integraciones de precisión CNC, fundada en 1989. Manufactura componentes y ensambles para proveedores del sector aeroespacial en áreas como trenes de aterrizaje y motores, así como del sector agrícola y las industrias médica, de generación de electricidad y en el de petróleo y gas.
Tras la crisis de 2008-2009 la empresa invirtió en una nueva gama de portaherramientas para tornear, fresar y mandrinar con un mínimo de vibración, un problema común en el maquinado que daña la calidad de los productos terminados.
Las vibraciones se originan por las diversas fuerzas que se presentan durante el proceso de corte y por los temblores de las propias herramientas. Estas vibraciones causan mayores problemas al mecanizar con voladizos largos a partir de cuatro veces el diámetro de la herramienta, según información de Sandvik Coromant, desarrollador en herramientas de corte y soluciones para el mecanizado.
La vibración suele ser el factor que limita la productividad de la máquina ya que obliga a reducir la velocidad, el avance y la profundidad de corte, según la empresa de origen sueco. “No es posible evitar totalmente la vibración en las operaciones de mecanizado, pero hay varias formas de reducirla”, menciona en su sitio web.
Para mitigar el problema, la firma desarrolló Silent Tools, la gama de herramientas con la que Procesos Industriales Rymsa trabaja desde hace una década, según Juan Contreras, ingeniero de Manufactura de la compañía con sede en Querétaro.
“Con este tipo de tecnología antivibratoria la diferencia es considerablemente significativa (...) el tiempo de maquinado y la facilidad que nos brinda para longitudes largas es destacable”, menciona.
Estas herramientas permiten el torneado interior con voladizos largos de hasta 14 veces el diámetro de la barra. Tiene diversas aplicaciones: torneado interior, tronzado y ranurado, roscado general y permite obtener datos de corte mucho mayores, gracias a la reducción de las vibraciones, así como un incremento en la productividad.
Del ahorro a crecer el negocio
Contreras explica que las barras convencionales provocaban vibraciones en el acabado interior de la pieza, flexión de la barra y en ocasiones la ruptura del inserto, lo que significaba un tiempo de maquinado muy alto.
El uso de las barras Silent Tools ha significado ahorro de hasta 60% en tiempo comparado con las barras convencionales, además del ahorro por insertos rotos.
Otro de los beneficios es la optimización de recursos en estos tiempos retadores, en los que cada detalle marca una diferencia significativa en el mercado
El próximo año el mercado global de herramientas para maquinado y de corte valdrá unos 69,000 millones de dólares, poco más de los 65,600 mdd que alcanzaría este 2020, de acuerdo con un reporte de MaketsandMarkets que destaca el 2018 como el año en el que el mercado alcanzó un máximo.
Agrega que factores como el descenso en la producción automotriz de los últimos dos o tres años y la guerra comercial entre China y Estados Unidos han afectado a las inversiones, lo que provocó una caída de 11% en promedio en la demanda durante 2019.
El reporte sugiere que el mercado se beneficiará por la estrategia que siguieron algunos fabricantes para desarrollar productos distintos a su vocación industrial, como por ejemplo las automotrices que diseñaron respiradores mecánicos durante la contingencia sanitaria. “Algunos han planeado estratégicamente modificar sus sistemas de producción para fabricar productos completamente diferentes”, señala.
Algo similar ocurrió con Rymsa. Hace 10 años apostó a un nuevo equipamiento con miras a perfeccionar el desarrollo de componentes para manufactura de la versatilidad de la tecnología –es útil para maquinados en acero, acero inoxidable, fundición, metales no férreos, superaleaciones termorresistentes y materiales templados– lo que le permitió abrirse paso como proveedor de soluciones para la industria energética desarrollando soluciones para control de presión y de perforación y extracción de petróleo, entre otras.
“El uso inicial fue en componentes industriales y, posteriormente, tuvimos la necesidad de integrarlo en componentes de la industria de Oil & Gas con resultados sorprendentes”, reconoce Contreras.