En la semana del 31 de agosto al 6 de septiembre la producción nacional de combustóleo tocó su nivel más alto desde abril de 2018, con 293,000 barriles diarios. En esa misma semana la producción de gasolinas fue de tan solo 218,000 barriles al día.
La petrolera nacional posee seis refinerías, tres de estas son las que más combustóleo han aportado en los últimos meses: Salamanca, Tula y Salina Cruz, respectivamente. Se trata de las tres plantas que hasta ahora no han sido reconfiguradas.
La última, ubicada en Oaxaca, es la que ha registrado el nivel más alto. Como ejemplo, en la última semana de septiembre, de cada barril de crudo que ingresó al sistema de la refinería se produjo combustóleo en 42.4% y gasolinas en 19.5%, de acuerdo con datos contenidos en el Sistema de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener).
Aunque Pemex aún no da a conocer sus cifras de producción de octubre y noviembre, datos de la Sener ya indican que esta tendencia ha continuado en las últimas fechas. En la semana del 2 al 8 de noviembre –el dato más reciente– las refinerías en conjunto reportaron que de su producción total, el 28.3% resultó combustóleo y el 27.2 gasolinas.
El aumento en la refinación de este producto altamente contaminante, y cuya venta es cada vez menos rentable, se da en medio de una de las metas principales del gobierno federal en este sector: llevar al país a la autosuficiencia de combustibles, para así depender en menor medida de las importaciones. En septiembre, por ejemplo, el nivel de proceso de crudo en las refinerías registró su nivel más alto desde abril de este año, con 680,097 barriles diarios.
La petrolera ha aumentado la cantidad de procesamiento de sus complejos de refinación, a pesar de que el gobierno federal ha aceptado que existe una sobre oferta de combustibles en el mercado y que la demanda aún está lejos de recuperarse a los niveles previos a la pandemia de coronavirus.