En el caso de México, el efecto covid-19 llegó en tres etapas. En la primera, la urgencia de muchos viajeros causó un pico en la demanda de servicios, dice Javier Antares Martínez, jefe de chárter de Millenium Air. La firma tuvo un excedente de 1,000 solicitudes de cotización al día. “Tuvimos una fuerte demanda por la evacuación de la gente que estaba de vacaciones y que, por miedo al cierre de fronteras, trató de regresar lo más rápido posible. Conforme ha transcurrido el tiempo, las empresas de aviación privada tuvimos que pasar de ofrecer un servicio de transporte privado, asociado al lujo, a otros servicios, como el de carga, ambulancia e, incluso, transporte de cadáveres”, explica.
El segundo momento llegó semanas después del confinamiento, cuando este segmento vio otra subida en la demanda de viajes solo de ida. “Al mes o dos meses [de declararse la contingencia sanitaria], los clientes se aburrieron y se fueron a sus segundas casas, en Ixtapa, Acapulco, La Paz, Los Cabos, Cancún, incluso, en Houston”, comenta Adolfo Nieto, director comercial de Aerolíneas Ejecutivas.
Y en semanas recientes, las empresas identificaron un tercer momento de crecimiento, más a mediano y largo plazos: firmas como Patriot Aviation y Fly Select han incrementado su demanda, con relación a 2019, en 50 y 40%, respectivamente, mientras que Aerolíneas Ejecutivas reporta alzas de 20%, y Millennium Air, de 8%. “Hay buenas expectativas para que este crecimiento permanezca, por la nueva cartera de clientes que llegó y porque, en los últimos tres meses, no ha habido variación [en la situación de la pandemia]”, afirma Guillermo Morales, director general de Patriot Aviation.
¿Una tendencia sostenible?
La aviación ejecutiva ha sido atractiva para un nicho de mercado por dos factores: sus menores tiempos de viaje y la mayor seguridad, señala Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo.
Mientras un abordaje comercial puede tomar más de dos horas, en un vuelo privado lleva apenas 15 minutos, lo que ha atraído a más consumidores, añade Rodolfo Ortega, director general de Fly Select. “Muchas empresas se dieron cuenta de que volando en aviones privados se ahorraban mucho tiempo y que sus ejecutivos podían hacer cierres de negocios en un solo día. Uno de nuestros clientes internacionales, por ejemplo, salió un día de Toluca, hizo una parada en Jalisco y de ahí se dirigió a Luisiana, en Estados Unidos. Horas después, volvió a despegar y aterrizó en Florida, y pudo regresar a dormir a su casa en la Ciudad de México. Salió a las 6:00 am y a las 9:00 pm ya estaba de vuelta”, relata.