Recuperar en los siguientes meses esa producción perdida, de alrededor de 700,000 unidades, fue imposible para los fabricantes, debido a que, por un lado, las plantas ya no tenían mucho margen de capacidad para producir más de lo que sacaban antes de la pandemia y, por el otro, a que no había una demanda adicional que justificara esa producción adicional.
Desde que la mayoría de las plantas reabrieron a finales de mayo, los fabricantes apretaron el paso para poder reabastecer los pisos de venta. Incluso, a partir de septiembre, lograron ensamblar, mes con mes, más modelos que en 2019. En diciembre, por ejemplo, produjeron 254,251 unidades, 18.4% más que en el mismo mes del año previo.
Prácticamente todas la armadoras -nueve de las 13- produjeron más unidades en diciembre. Audi ensambló 13,287 vehículos, casi cuatro veces más que lo producido en diciembre de 2019. También BMW y FCA ensamblaron casi el doble de autos.
El incremento en la producción alcanzado en diciembre permitió al sector cerrar el año tres puntos porcentuales arriba de lo proyectado. El último estimado de los fabricantes fue terminar 2020 con una caída de 23% y al final el descenso fue de 20%.
La exportación de vehículos también fue mejor de lo esperado. Durante 2020, las automotrices enviaron al exterior 2.68 millones de unidades, 20.8% menos que en 2019, cuando exportaron 3.38 millones. Sin embargo, la caída proyectada era también de 23%.
BMW, Mercedes-Benz y Mazda fueron las marcas que reportaron un incremento de doble dígito, tanto en la producción como en la exportación. BMW tuvo su primer año completo de producción luego de que la planta de San Luis Potosí arrancó a mediados de 2019. Mercedes-Benz ha tenido mayor demanda de su camioneta GLB, cuya producción inició este año, mientras que Mazda también ha tenido éxito con su SUV CX-30.