Los consumidores también se han vuelto más exigentes con la calidad de los interiores de los vehículos.
Por segundo año consecutivo, el interior del vehículo es la categoría con la que el cliente mexicano se encuentra más satisfecho (872). Al mismo tiempo, es la categoría con mayor impacto negativo en satisfacción cuando se presenta algún problema, con una diferencia de 45 puntos de índice entre los clientes que sí reportaron algún problema y aquellos que no lo hicieron.
La evolución de la tecnología también ha jugado un papel clave para incrementar la satisfacción de los clientes. A pesar de que solo el 14% de los clientes en México dijo que su vehículo tiene la tecnología evaluada en el estudio, como pantallas en los asientos traseros, sistema de navegación, reconocimiento por voz o Bluetooth, la satisfacción de este grupo de clientes es la más alta, con 923 puntos.
La conectividad Bluetooth se percibe como una funcionalidad estándar ya incorporada en el 92% de los vehículos, y también la que genera mayor insatisfacción cuando se presentan problemas. Esta función estándar registra la mayor cantidad de problemas en México.
Aunque los dueños de vehículos de lujo continúan reportando un índice de satisfacción más alto en comparación con los dueños de vehículos del mercado de volumen, la diferencia es cada vez más pequeña, siendo este año de tan solo 35 puntos. Casi la mitad de puntos de diferencia que los 62 reportados en 2019.
“Algunas características y tecnología que antes se consideraban exclusivas del mercado de lujo se han convertido en un estándar para el mercado de volumen también”, dijo Álvarez.
Este año, GMC obtuvo el mayor puntaje en el índice APEAL entre las marcas de lujo, con 900 puntos (en una escala de 1,000). Mercedes-Benz es la segunda marca mejor evaluada (898) y MINI la tercera (897).
Mazda registra el mayor puntaje entre las marcas de volumen con 898 puntos. Honda se mantiene en segundo lugar (887) y Toyota en tercera posición (880).