Las compras de pánico durante los primeros meses de la emergencia del COVID-19 dieron un impulso a las ventas de las tiendas de autoservicio el año pasado. En 2021, el ritmo de crecimiento será más moderado y las cadenas de supermercados tendrán que sortear la fragilidad de la economía y los niveles de desempleo.
Ante un escenario con un aumento en los contagios en algunas entidades y la estrategia de vacunación, que no será de forma exponencial, durante el primer semestre del año las cadenas como Walmart, Soriana, Chedraui y La Comer seguirán como uno de los sectores menos afectados, aunque con un menor ritmo de crecimiento en su piso de ventas.
“En este 2021 ya no es el tema del distanciamiento social sino el desempleo, la caída económica en el país que afecta a las familias. Y el consumo va a ser golpeado, pero no el de primera necesidad, que son los productos que se adquieren en estas cadenas”, afirma Julián Fernández, jefe de análisis de Bursamétrica.