Un par de años más tarde la dinámica cambió, pues la nueva oleada de OMV entendió que no se trataba solo de tarifas, sino de poner atención a nichos específicos. “Nosotros les llamamos 2.0. Ellos se enfocaron en un segmento de la población, al que le dieron valor agregado con servicios o productos que los grandes jugadores no les pueden brindar”, dice Alamilla.
Por ejemplo, Izzi Móvil ofrece un servicio de televisión de paga, Oxxo Cel da productos gratis al utilizar el servicio móvil o BAIT, el OMV de Walmart y Bodega Aurrera, que busca fidelizar a sus clientes a través de la telefonía.
Al cuarto trimestre de 2020, los 27 operadores móviles virtuales que estaban activos en México tenían 1.85% del mercado, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Lograron este objetivo cinco años después de hacer su aparición en el país. InXel aspira a lograr un tamaño del pastel de ese mismo tamaño.
¿Basta con buenos precios?
Una de las armas fuertes de inXel son sus precios. El OMV ofrece 5 GB de navegación, 1,500 minutos para llamar y 500 mensajes por solo 99 pesos cada 30 días, una cifra atractiva cuando se entiende que los competidores dan solo 1.5 GB por el mismo precio.
Erick de la Cruz, gerente de la consultora Select, explica que la oportunidad que tienen los OMV de crecer en el mercado es justamente atender a un sector específico, pues la atención personalizada y el valor agregado de los servicios provoca que el cliente se sienta satisfecho.
En inXel, el plan va enfocado hacia cuatro verticales. La primera es atender a personas de entre 18 y 45 años a través de un sitio de comercio electrónico. La segunda tiene que ver con lograr asociaciones para comercializar planes pospago y prepago con distribuidores exclusivos. “Queremos tener presencia en todos los puntos importantes del país para llegar a los clientes”, dice Andrés Serra.