Para el mercado mexicano, esta meta global puede significar un eventual incremento en la producción del modelo híbrido enchufable 330, que arrancó en agosto del año pasado en San Luis Potosí, así como el triple de opciones de modelos eléctricos en los pisos de venta.
BMW trajo a México el modelo i3 en 2014 y desde entonces no había sumado nuevas opciones completamente eléctricas a su oferta de productos. Pero a partir de este año, la marca empezará a ofrecer “the power of choice” (o el poder de decidir) a sus clientes: la posibilidad de elegir el tipo de propulsión que más les convenga en cada modelo, desde una convencional (a gasolina), hasta una plug-in hybrid o eléctrica.
El iX3, un SUV con dimensiones parecidas a las del X3, será el primero de la gama de BMW que estará disponible en el mercado mexicano con motor a gasolina, con motorización híbrida enchufable y completamente eléctrica. Llegará en el primer semestre del año.
A mediados de año, el fabricante alemán introducirá también el modelo Mini eléctrico, que está basado en un Mini de tres puertas –ambos modelos se producen en la planta de Oxford, Reino Unido–. Será el primero completamente eléctrico que la marca comercializará en México.
Finalmente, en el último trimestre del año, se incorporará el SUV mediano BMW iX, cuyas dimensiones son similares a las de un X5, “uno de los segmentos más demandados en Latinoamérica”, dice Hernando Carvajal, director de mercadotecnia de la marca BMW para BMW Group Latinoamérica.
En 2020, el fabricante alemán vendió 11,367 vehículos de la marca BMW en México y el 11% fueron híbridos enchufables. De la marca Mini se comercializaron 3,745 unidades, de las cuales el 3.4% fueron híbridas enchufables.
La compañía ha invertido, en conjunto con Nissan, en la instalación de 700 puntos de recarga para modelos eléctricos en el país, distribuidos tanto en los concesionarios de las dos marcas, como en centros comerciales y en tres corredores carreteros, que conectan a la Ciudad de México con San Luis Potosí, Puebla y Guadalajara.
El desarrollo de esta infraestructura –que a decir de Wehr ha sido clave para acelerar la venta de modelos enchufables en el país– ha requerido de inversión. Solo en el desarrollo del primer corredor, que conecta a la Ciudad de México con San Luis Potosí, BMW invirtió 700,000 dólares.
Maru Escobedo, CEO de BMW Group México, dijo que la marca planea continuar con el desarrollo de infraestructura de recarga en los siguientes años. “Esto será clave para poder impulsar la venta de modelos eléctricos”, dijo.