Ana Victoria García, directora y fundadora de Victoria147, se declara fanática de la mentoría porque no solamente se aporta, sino que también se recibe conocimiento y se aprende. Afirmó que hay tres cosas que deben contener sus proyectos: “una es libertad; dos, es levantarme todos los días sabiendo que lo que estoy haciendo vale la pena, y tres, rodearme de gente interesante de la cual pueda aprender”.
En su intervención, Eva Ramón Gallegos, investigadora del Programa de Biomedicina y Biotecnología Molecular del Instituto Politécnico Nacional (IPN), comentó que una mentora puede ayudar a otras mujeres para que no pasen por lo mismo que aquélla, y así logren aprovechar esa experiencia para avanzar más rápido.
En este sentido, Ana López Mestre, vicepresidenta y directora general de American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham), mencionó que desde su experiencia como mentora también ha aprendido mucho porque es un proceso de crecimiento recíproco. “Ninguna de nosotras hemos llegado a donde estamos solas; es muy importante aprovechar el acceso a personas que tienen más experiencia, que te ayudan a ver las cosas de una manera distinta, que tienen una perspectiva que muchas veces uno no la ve desde donde está”, aseveró.
La moderadora de la charla Mildred Ramo, editora de Hard News de Grupo Expansión, cuestionó a las participantes acerca de las características de la mentoría que son más útiles para las mujeres. Al respecto, Ingrid Osthoff asegura: “sobre todo, se trata de crear una relación de confianza, es súper importante, es vital, porque eso es la base fundamental, es lo que va afianzándose con el tiempo, y es donde ambas partes deben tener la disposición de la apertura”.