Para elegir las nuevas locaciones de sus unidades –dijo el directivo– evaluarán la densidad de la población y la competencia, con el fin de garantizar la permanencia del local. “Estar en la mejor zona posible garantiza un mayor nivel de tráfico, y, en consecuencia, mayores ventas y generación de empleos que vamos a generar más empleos”, explicó.
Hermosillo adelantó que planean cortar el listón de 15 nuevas tiendas durante este año.
Iván Vázquez, consultor independiente en negocios, ve una clara lógica en la estrategia: con la reubicación de sucursales, las cadenas de restaurantes buscan aprovechar las menores tasas impositivas, costos de la mano de obra, insumos e inmobiliarios de las nuevas ubicaciones para reducir sus costos operativos. “Vender una carnita asada puede ser rentable en Monterrey, pero quizá no lo sea en Yucatán”, dice.
La trasformación digital
Además de decidirse a reubicar algunas sucursales poco rentables, Burger King aceleró su transformación digital en medio de la pandemia. Desde el año pasado, la cadena toma las órdenes de sus clientes a través de WhatsApp o desde su aplicación móvil. Además, actualizó su página web para recibir los pedidos de quienes visiten la web.
Este año iniciarán las pruebas piloto para la adopción de las send ordering en algunas de sus tiendas, para ello instalarán kioskos que permitan a los visitantes acceder a los menús y realizar sus pedidos sin necesidad de acercarse al mostrador.
La renovación de Burger King también considera el fortalecimiento de sus segmentos de entregas a domicilio y Autoking, canales que tuvieron crecimientos importantes en medio de los cierres de los restaurantes durante el confinamiento.
Antes de la pandemia, los envíos a domicilio representaban 10% del total de las ventas y durante los cierres su representaron hasta el 30%. Ahora generan poco más del 20%.