Pero ahora prácticamente todos los fabricantes de vehículos han tenido que competir con otros productores de dispositivos electrónicos de consumo, como consolas de juegos, computadoras portátiles, computadoras de escritorio y tabletas, que también requieren de estos semiconductores y que en los últimos meses han incrementado su demanda.
Hyundai y su empresa hermana Kia son los únicos fabricantes de automóviles que han mantenido una reserva de chips que les ha permitido mantener la producción relativamente estable hasta ahora.
Mientras que la mayoría de las armadoras comenzaron a recortar pedidos de chips debido a la disminución de la demanda de automóviles nuevos en medio de la pandemia, Hyundai comenzó a almacenarlos. El fabricante surcoreano no solo siguió ordenando chips, sino que aceleró los pedidos de hacia fines de 2020.
“Tenemos que agradecer la visión de la marca de tener un inventario suficientemente fuerte de estos chips. Fue un tema estratégico, gracias a esto no hemos tenido hasta ahora afectaciones por la escasez global”, dijo en entrevista Claudia Márquez, presidenta y directora general de Hyundai México.
Tras las irrupciones que sufrió la cadena de suministro de Hyundai en la primavera pasada, el fabricante surcoreano tomó un enfoque más conservador sobre sus inventarios de autopartes, dando un golpe de timón al enfoque típico, just in time, que mantuvo el resto de los fabricantes de automóviles.
Además, en 2019, la armadora tuvo una disputa comercial con Japón que afectó los suministros de productos químicos, mientras que a principios de 2020, cuando el coronavirus se estaba extendiendo en China, la producción se detuvo en las plantas de Hyundai y Kia debido a la escasez de una parte de porcelana. Estas dos experiencias previas hicieron que el área de compras estuviera más alerta con los inventarios.
Contar con un "buen stock" de semiconductores ha permitido a Hyundai no solo asegurar los chips, sino también comprarlos cuando eran más baratos. Gracias a esto, el conglomerado ha podido mantener una producción constante de sus modelos alrededor del mundo, como lo demuestran las estadísticas de las importaciones realizadas en el primer bimestre del año.
Entre enero y febrero, la filial mexicana de Hyundai importó desde India 1,057 unidades del modelo Grand i10, una cifra que incluso fue ligeramente superior a la del mismo periodo de 2020, cuando el sector aún no estaba inmerso en esta crisis de semiconductores, según datos de Inegi.
Aunque la compañía ha dicho que no ve ninguna interrupción inmediata de la producción, los suministros de chips de Hyundai y Kia no durarán para siempre. Si la situación no mejora lo suficientemente pronto, la escasez inevitablemente afectará a Hyundai. "Continuamos monitoreando constantemente el abasto de chips”, dijo Márquez.
Los fabricantes de chips que suministran a las compañías automotrices subcontratan la mayor parte de su producción a productores por contrato como a Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC) en Taiwán, Samsung Electronics en Corea del Sur, y Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC) en China, que priorizan los pedidos de clientes de electrónica que representan casi todos sus ingresos.