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En esta apuesta constante por nuevos productos, Herdez desarrolló su negocio de alimentos congelados, tras comprar Grupo Nutrisa en 2013, por 2,971 millones de pesos. Esta fue su entra- da a este canal de ventas, que fortaleció en 2015, cuando adquirió los activos de Helados Nestlé en México.
Estos movimientos ya rindieron frutos. En 2013, la compra de Nutrisa impulsó 9.8% las ventas del grupo, a 12,321 millones de pesos. Con la integración de Helados Nestlé, las ventas del segmento crecieron 83%, a 2,139 mdp, y representaban 13% del total del grupo, que ese año fue de 16,356 mdp.
“Un gran secreto que ha tenido la empresa es que primero desarrolló una gran fortaleza, que es la comercial”, explica el directivo. “Esto definitivamente ha sido muy importante porque hemos adquirido experiencia que no teníamos en los negocios de la pasta o de los helados, pero no so- lamente es participar en nuevos negocios, sino también es incrementar la parte de innovación, que es uno de nuestros pilares de crecimiento”, señala.
La empresa consolidó sus pasos en esta categoría y en 2019 salió de compras y sumó a su portafolio la cadena de cafeterías Cielito Querido Café, por 280 mdp, y los helados de yogur Moyo, por 200 mdp. La integración de ambos negocios inició en 2020, el año de la pandemia.
Hernández-Pons Torres reconoce que ambas cadenas, además de las tiendas Nutrisa, se han visto afectadas por los cierres para reducir la movilidad, pero con la flexibilización de las medidas al tiempo que avanza el semáforo epidemiológico, confía en que la rentabilidad de estas compras se verá reflejada en los estados financieros. Al cierre de 2020, congelados decreció 19.2% sus ingresos, a 2,608 mdp.
Las unidades más golpeadas de Cielito Querido Café fueron las que se ubicaban en los centros de oficinas. El directivo afirma que esta experiencia llevó al grupo a repensar la estrategia para reabrir las unidades que no dependan de este mercado y recuperar las ventas.